Entre el error y el crimen

Conocida es la cínica frase atribuida indistintamente a Talleyrand y Fouché, con ocasión del secuestro y posterior ejecución del joven Duque de Enghien por orden de Napoleón: «Ha sido peor que un crimen, ha sido un gran error». Esta cita ha pasado a la historia creando escuela en medios políticos, como hemos visto en diversos países ante determinados acontecimientos.

Sin entrar a calificar ahora la decisión de cesar al Coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos, resulta evidente que no ha hecho ningún bien a nadie, especialmente al Gobierno. Y no solo a él, porque también ha dañado a la Benemérita y a España.

A la Guardia Civil, porque la coloca, entre otras cuestiones, ante el dilema público –ni buscado, ni querido, ni conveniente para ella– de convertirse en protagonista de unos hechos tan graves, como los que deberá dilucidar la Justicia acerca de la eventual responsabilidad penal del Gobierno por su presunta responsabilidad en la autorización de hechos como los del 8-M, conociendo ya en aquellas fechas el riesgo de contagio que existía.

A España le perjudica porque la Guardia Civil es una institución particularmente valorada y apreciada por los españoles, y debe por ello ser alejada de debates de naturaleza política, o incluso partidista.

«Ha sido peor que un crimen, ha sido un gran error». Siendo un crimen una acepción de delito, no sorprende que califiquen lo sucedido de ambas formas. Para desgracia de todos.