La «nueva» política

Nos dijeron que de la pandemia #saldríamos más fuertes y que de la «nueva normalidad», casi emergerían «unos cielos nuevos y una tierra nueva»; pero me temo que tenemos más de lo mismo, pero mucho peor. Estaremos atentos a la propaganda gubernamental, que tratará de convencernos de las bondades de volver a nuestro arresto domiciliario si se confirman los brotes. Lo que no han traído es la «nueva política», aquella que venían a instaurar las podemitas y los podemitos, que nacieron para asaltar los cielos y regenerar la política de vicios y corruptelas. Han conseguido para ellos lo primero, pero lo segundo deja mucho que desear.

Causa sonrojo revisar la hemeroteca de la aldea global de las TIC –reconvertida en whatsapps, vídeos, tuits–, y escuchar lo que proclamaban. Hace dos años urdieron con Sánchez una moción de censura para «regenerar» la democracia y limpiarla de la insoportable corrupción gubernamental del PP. Han bastado unos meses para comprobar lo que son, y cuál es su idea de la transparencia. La diferencia es que lo que les sucede a ellos es fruto de una conspiración «judeomasónica» para impedirles su acceso al poder o arrojarles de él.

Ellos encarnan la ética política por antonomasia, que es el único dogma permitido en un mundo sometido a la dictadura del relativismo. Son los socios comunistas, cooperadores políticos necesarios de Sánchez para perpetuarse ambos juntos en los cielos del poder.