Vox

Mandíbulas de cristal

Santiago Abascal se ha desplazado este miércoles hasta Sevilla para pedir desde allí al presidente del PP en Andalucía, Juanma Moreno, que convoque elecciones anticipadas

El presidente de Vox, Santiago Abascal, en un acto en la Plaza Nueva de Sevilla.MJ LOPEZ (EUROPA PRESS)17/03/2021
El presidente de Vox, Santiago Abascal, en un acto en la Plaza Nueva de Sevilla.MJ LOPEZ (EUROPA PRESS)17/03/2021MJ LOPEZ (EUROPA PRESS)

Santiago Abascal llegó a Sevilla pero nadie sabia muy bien a qué exactamente, ni qué propuesta iba a lanzar su partido, VOX, al Gobierno de la Junta, al que apoya desde los escaños del Parlamento andaluz sin concesiones, aunque luego durante todo el año tengan la matraca automática del tira y afloja. Que te quito el apoyo, que no, que te lo doy, mira que como no me hagas caso, a lo mejor si no me gusta lo que haces, puede que si no apruebas esto... Esgrima de salón con máscaras, tormentas en un vaso de agua, terremotos con sordina sin que se desmorone ninguna casa, ni haya un tejado por donde se cuele la luz y el agua.

Se trataba de montar un espectáculo en el que enseñar músculo y dar el golpe en la mesa pero sin que se rompa una copa. Y puede que lo consiguieran, porque lo que iba a ser una rueda de prensa, como suele pasar en las últimas ocasiones, se convirtió desde el principio en un acto de partido para lanzar consignas, levantar los mentones y no llegar a ninguna conclusión.

Sucede lo mismo que en las tertulias televisivas donde se charla mucho sin que haya una idea clara o conclusión cuando las cámaras van a negro. VOX en Andalucía desde que tiene presencia parlamentaria ha salido en los papeles principalmente por el auge y caída de su ex líder, el juez Serrano, ahora abandonado por su propio grupo. “Nobody knows you when you´re down and out”, así es la vida. En el momento de levantar la carpa del circo, las ideas se esfumaron y el público sólo supo hacer lo que se le presupone, chillar y gritar hasta perder los papeles.

No es culpa suya, puede que de nadie o de todos, pero las autoridades políticas a las que se les presupone una responsabilidad, en este caso con sus bases, deberían ser lo suficientemente serias para entender que en el juego de la democracia la base angular la protagonizan los medios de comunicación, encargados de diferenciar el grano de la paja, es decir, la información de la propaganda.