Ante el juez
Cospedal, Arenas y Álvarez Cascos se desvinculan de la caja B de Bárcenas
Tanto la ex secretaria general del PP como sus antecesores Arenas y Álvarez Cascos niegan que supiesen de la existencia de una contabilidad paralela y que percibieran sobresueldos en negro
Tres ex secretarios generales del PP -Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y María Dolores de Cospedal- han negado que en el partido existiese una “caja B” y que percibieran cualquier tipo de sobresueldo en dinero negro, como mantiene Luis Bárcenas. En sus declaraciones como testigos sobre esa supuesta contabilidad paralela han defendido que todos los pagos que percibieron del Partido Popular siempre fueron a través de transferencias y declarados a Hacienda.
Cospedal -que durante toda su declaración solo se ha referido una vez a Bárcenas por su nombre, precisando que siente por él “desprecio”, pero no animadversión- ha afirmado que “nunca” tuvo conocimiento de la existencia de una supuesta contabilidad paralela ni del pago de sobresueldos en dinero negro. “Esa caja B era de esa persona y no del PP”, ha llegado a afirmar. “Esa llamada contabilidad paralela no es real, será una contabilidad B del que fue gerente o tesorero del Partido Popular, pero no del PP”, ha reiterado.
Además, la ex secretaria general del PP ha repetido varias veces que desde febrero de 2009 apenas tuvo “comunicación” ni relación alguna con Bárcenas. Asimismo, ha dejado claro -como han hecho antes sus antecesores Álvarez Cascos y Arenas- no tenía “ninguna” competencia en el área financiera, que era responsabilidad del tesorero (Álvaro Lapuerta y, después, Bárcenas).
Cospedal ha negado que tras estallar el “caso Gürtel” Bárcenas le entregara un sobre con 25.000 euros, la misma cantidad que habría repartido a Mariano Rajoy. “Es falso”, ha dicho tajante, como también que el presidente del partido y los secretarios generales conociesen la existencia de esa “caja B” y el pago de sobresueldos opacos.
No hubo donaciones irregulares
Y respecto a las aportaciones de empresarios, ha dicho: “Nunca he conocido que se hiciesen donaciones que no fuesen regulares al PP”. Y ha recordado que hasta 2007, cuando todavía no había asumido las riendas de la Secretaría General (no lo hizo hasta junio de 2008), “las donaciones a los partidos políticos podían ser anónimas o nominativas”.
En cuanto a cómo se pagaron las obras de reforma de la sede del partido, ha defendido que “se pagó mediante transferencias y facturas ordinarias”. Y ha recordado que “se pagó una gran cantidad” a Unifica, la empresa encargada de la rehabilitación, “lo suficientemente abultada para que no tenga que haber ningún otro pago”. De ahí que “esa teoría” sobre el pago con dinero negro de parte de los trabajos, ha añadido, le parezca “bastante inverosímil”.
Por último, también ha rechazado que Bárcenas siguiese siendo tesorero hasta 2010, haciendo hincapié en que su relación laboral con el PP “terminó en julio de 2009”. Se le continuó pagando y siguió dado de alta en la Seguridad Social, ha reconocido, “en concepto de indemnización por haber dejado el cargo de tesorero, porque eso es lo que se acordó”.
Cascos: “Jamás he manejado ni creado ninguna caja B”
“Yo jamás he conocido ni manejado ni creado ninguna caja B”, ha afirmado en la misma línea que Cospedal el también ex secretario general Francisco Álvarez Cascos. Por eso los papeles de Bárcenas, ha dicho, no tienen “ningún valor” y no tienen “nada que ver” con él.
El ex ministro ha negado que las anotaciones que figuran en esas anotaciones que se le atribuyen -“Paco A. C.”, “F. A. C” y “Cascos”, por importe de 421.000 euros entre 1990 y 2004- se correspondan con su persona. “Ni he recibido ni he entregado cantidad alguna cuando he tenido responsabilidades en el PP”, ha dicho tajante antes de reiterar que “esas anotaciones nada tienen que ver conmigo”.
Y respecto a si recibió alguna cantidad de empresarios como donación para el partido, se ha mostrado metafórico: “Nadie me pidió una cita para entregar una donación porque nadie compra fruta en una ferretería”. Como sus ex compañeros de partido, ha defendido que “las responsabilidades económicas y políticas estaban nítidamente separadas” en el PP.
Cascos ha aprovechado su comparecencia ante el tribunal para lamentar que pese a que en el año 2000 el Gobierno de José María Aznar incluyó una cláusula de transparencia en la Ley de Contratos con la Administración Pública, “ahora resulta que los que hemos formado parte de este Gobierno estamos bajo sospecha”.
Arenas: “Bárcenas no me hablo nunca de una caja B”
Arenas ha negado que, como mantiene el ex tesorero, fuera él quien le instara a entregar a Rajoy el dinero que quedaba en esa supuesta contabilidad paralela tras estallar el “caso Gürtel”. “No recuerdo que Bárcenas me hablara nunca de una caja B”, ha asegurado el ex secretario general del PP. De esa supuesta reunión con Bárcenas se ha limitado a manifestar: “No lo recuerdo, pero tampoco es una situación muy extraña que si alguien me planteara un problema le remitiese al presidente para que lo resuelva”.
En su declaración por videoconferencia, ha insistido asimismo en que él nunca recibió donaciones de empresarios porque siempre “se ocupaba de temas políticos” y era el tesorero del partido quien “tenía todos los poderes económicos”. “Nunca he sido receptor (de donativos) ni he tenido reuniones con empresarios”, ha defendido.
Arenas ha dicho que únicamente percibió un complemento de responsabilidad, como secretario general, que estaba incluido en su nómina. “Todas las cantidades que he percibido han sido vía transferencia y están declaradas en el IRPF”, ha remarcado. El ex ministro no ha reconocido ninguno de los apuntes que Bárcenas le atribuye en sus anotaciones, sobre los que ha asegurado tener un “absoluto desconocimiento”.
Niega que hubiese una relación de jerarquía o dependencia entre el secretario general y el tesorero. “El tesorero nunca me comunicó los donativos que se recibían”, ha hecho hincapié.
Durante su testimonio, ha negado asimismo que entre el tesorero del partido y el secretario general existiese una relación de dependencia o jerarquía. O lo que es lo mismo: ha rechazado que tuviera que rendirle cuentas. El cometido tanto del presidente como de él era político, ha subrayado, mientras “el control financiero lo tenía el tesorero del partido”. “No he recibido nunca ninguna cantidad de empresarios y lo que he recibido del partido siempre lo he declarado a Hacienda”, ha vuelto a remarcar.
No le regalaron un reloj
Y cuando la acusación que ejerce el partido socialista valenciano le ha preguntado por una anotación del 15 septiembre de 2003 (once días después de que abandonara la Secretaría General) en la que figura “reloj Javier Arenas 700 euros”, ha negado que fuera un obsequio del partido por su despedida del cargo: “Recuerdo que se me regaló una bandeja”. De un reloj, nada de nada. Y lo mismo respecto a un supuesto pago de dos millones de pesetas, de los que ha dicho no saber nada “en absoluto”.
El ex titular de Trabajo -que ha reconocido que como ministro su sueldo menguó, aunque ha negado que el partido le compensara esa merma salarial con dinero de la “caja B”- sí ha reconocido que remitió al tesorero tanto al ex presidente del Senado Pío García Escudero como al que fuera presidente balear Jaume Matas.
Al primero, porque “hubo un atentado que causó daños en su vivienda”, aunque ha precisado que desconoce cómo se gestionó el préstamo del partido a García Escudero. “Un compañero me vino a trasladar una necesidad y le dije que lo hablara con el tesorero del partido”. Y respecto a Matas, ha recordado que tras dejar su cargo de ministro para presentarse de candidato en Baleares “tenía una urgencia de ingresos y le dije también que lo hablara con el tesorero”. Esa aportación, ha especificado, “me parece que figura en la contabilidad de nuestro partido durante un periodo corto de tiempo hasta que fue cargo electo en Baleares”.
La versión de Bárcenas
En su declaración, Bárcenas aseguró al tribunal que tanto el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy como los ex secretarios generales del partido Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y María Dolores de Cospedal recibieron sobresueldos con dinero de esa “caja B” y que él mismo se encargó de entregarles personalmente esos sobres en alguna ocasión.
El extesorero del PP -condenado a 29 años de prisión por las actividades corruptas de la primera etapa de la “trama Gürtel”- también señaló a Ángel Acebes y al que fuera vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, aunque en su caso precisó que él jamás les entregó esas supuestos complementos salariales opacos.
Bárcenas dijo que tanto los ex ministros Jaime Mayor Oreja y Federico Trillo, como el ex senador José Miguel Ortí Bordás y el que fuera asesor del PP Pedro Arriola se habrían beneficiado igualmente de esos pagos en “B”. E incluso precisó que a partir del congreso del PP de 2008 él mismo se encargó de dar esos supuestos sobres tanto a Rajoy como a Cospedal.
Fue según su versión Álvarez Cascos, como secretario general del partido, quien tras la victoria electoral del PP en 1996 y la llegada al Gobierno, ordenó que se compensara a los diputados y senadores con dinero de esa contabilidad paralela la merma salarial que suponía para ellos dejar de percibir cantidades “en concepto de gastos de representación” que se abonaban hasta ese momento a través de la contabilidad oficial de la formación.
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