A fondo

El reto de las coaliciones: lealtad y no competencia

La falta de coordinación entre los partidos deriva en crisis. Los expertos recomiendan «coherencia»

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso de los DiputadosEUROPA PRESS/E. Parra. POOLEuropa Press

El actual gobierno de coalición no es un fenómeno nuevo en política. En este país, antes de asistir a la creación de la primera alianza gubernamental en Moncloa desde la segunda República ya habíamos vivido la convivencia de gobiernos autonómicos e, incluso, su repetición. Señal de que los partidos que lo conformaban habían engrasado por completo sus mecanismos de coordinación. El primer ejemplo lo tenemos en el País Vasco, en el año 1986, cuando los socialistas vascos compartieron la Lendakaritza con el PNV. Desde entonces, la secuencia se ha repetido en más de sesenta ocasiones a lo largo de todo el territorio autonómico, a excepción de Castilla-La Mancha y Extremadura, según el análisis de LA RAZÓN. De hecho, el actual gobierno de coalición estatal se miró en el espejo de las comunidades autónomas. El mapa autonómico que dejó mayo de 2019 se saldó con 13 de 17 ejecutivos autonómicos con gobiernos bicolor, esto es el 76% de ellos. Siete meses después llegaría el actual, a nivel nacional.

La experiencia en estos ejecutivos, donde tan solo se ha producido una ruptura en Murcia, conlleva a analizar el estado de la coalición gubernamental estatal que en sus casi tres años de vida ha sufrido varias crisis de calado que han puesto incluso en jaque la perdurabilidad del mismo. Precisamente esta semana, el Ejecutivo superó el último pulso liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Día ante su homóloga económica, Nadia Calviño, a cuenta de la reforma laboral. La solución parte de la base de crear una mesa de coordinación, pero con la victoria de la parte socialista; Calviño logra imponerse en la negociación.

Lo que hace necesario formularse las siguientes preguntas; ¿Cuánto tiene de importante la coordinación entre partidos en los gobiernos de coalición? ¿Funciona esta coordinación? Y es que el Gobierno cuenta con el Consejo de Ministros, comisiones delegadas, órganos ministeriales para gestionar las competencias entre ministerios. Entonces, qué falla en la coalición? Los expertos lo tienen claro. A la falta de la cultura de coalición a nivel estatal se le une la pugna constante que llega desde el partido minoritario en Moncloa por evidenciar sus logros. «No es un problema sobre el funcionamiento de la coalición, sino de los partidos que lo conforman y de la política disruptiva de uno de los miembros», dice Juan Carlos Jiménez Redondo, profesor de Sociología de la Universidad CEU San Pablo. «PSOE y Podemos deberían haber dejado claro los límites que no pueden traspasarse en una relación de Gobierno», explica. Para el experto, la estrategia que sigue el partido morado es errónea porque «Podemos está en el Gobierno y no puede hacer oposición a su propio Ejecutivo». Además, valora que con la estrategia seguida de visibilizar los desacuerdos «se manda un mensaje de pugna» y es una «incongruencia que demuestra que no hay un programa real de Gobierno». Para Jiménez Redondo, ello hace demostrar «el carácter infantil de una gran parte de los miembros de Moncloa».

Pero, entonces, ¿Cuáles son las pautas para el buen funcionamiento de una alianza gubernamental cómo la actual? «Lo primero que se le pide a un Ejecutivo, ya sea monocolor o bicolor es coherencia política, una estructura real, sino naufragarás», explica. Algo que comparte Pedro Marfil, profesor en la Universidad Camilo José Cela y miembro directivo de ACOP. «Lo idóneo para las dos formaciones sería que la comunicación y lo que transmiten fuese más limpio, coherente y real». Este es el aspecto preocupante, a su juicio, puesto que «no solo produce desgaste a los partidos pertinentes, sino a la imagen de la institución que representan», lamenta. El problema que deberían abordar de inmediato ambos partidos sería, por tanto, trabajar la lealtad mutua. «Tu puedes perfectamente no estar de acuerdo con tu socio y escenificar desacuerdos, pero debes ser leal», advierte.

¿Es normal que afloren tantos problemas en la convivencia? Para Jiménez Redondo las dificultades entre partidos pueden aflorar porque «los partidos si pueden tener diferentes posiciones, pero el Gobierno no». Es decir, «el Gobierno debe ser un ente único con una sola voz, debe tomar decisiones mancomunadas, decisiones del Consejo de Ministros», apunta. Para Manuel Mostaza, sociólogo y director de Asuntos Propios de Atrevia, cree que si bien las coaliciones funcionan, el problema al que se enfrenta Moncloa es que «compiten por el mismo espacio electoral», por tanto hay una «complicación». Lo que les hace «competir por ver quién se apunta los tantos y tratan de diferenciarse de cara a las elecciones».

Una de las preguntas que también surge al ver la continua tensión que se vive en Moncloa puede ser la de si PSOE y Podemos cumplen con la descripción típica de los gobiernos de coalición y si funciona. Para Marfil, «lo que falta es la cultura del gobierno de la coalición, pero vemos que ambos partidos gobiernan». Opinión que dista de la de Jiménez Redondo, que es contundente en afirmar que «PSOE y Podemos no han entendido lo que es una coalición. Debe ser serio y asumir que tiene distintas posiciones, pero que deben ceder y transmitir a los ciudadanos que cuentan con un proyecto político».