Tras la crisis

Sánchez impone a Calviño para controlar la reforma laboral

El presidente se ve obligado a convocar una reunión entre las dos vicepresidentas para “fijar la posición” del Gobierno en la negociación

Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño y Yolanda Díaz, ayer en el Congreso
Pedro Sánchez, junto a Nadia Calviño y Yolanda Díaz, ayer en el CongresoEmilio NaranjoEFE

Ha sido una semana de negociaciones, de debate interno en el seno del Gobierno para desencallar la reforma laboral, que ha supuesto una de las grandes crisis entre PSOE y Unidas Podemos desde que forjaron la coalición. Un tiempo de desgaste interno que en el Gabinete son conscientes de que no se podían permitir y al que han puesto fin hoy con la intervención del presidente del Gobierno. Aunque presentado bajo la premisa de haber “alcanzado un acuerdo” para la “coordinación” de la reforma laboral, lo cierto es que se han impuesto las tesis de Pedro Sánchez y se impone a Nadia Calviño para controlar el avance de los contactos. Revestido por el liderazgo de Trabajo en la negociación, se materializa el tutelaje sobre Yolanda Díaz, con la entrada de los ministerios de Economía e Inclusión en la mesa de diálogo.

De hecho, el presidente del Gobierno ha tomado de tal manera las riendas de la situación que ha convocado a las vicepresidentas primera, Nadia Calviño, y segunda, Yolanda Díaz; y a los ministerios de Hacienda, de Seguridad Social y Educación a una reunión para el próximo martes 2 de noviembre. El objetivo es “fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social”, en los términos del acuerdo de Gobierno de coalición. Una posición sobre la que desde el ala socialista se sostenía que no había conflicto, en contraposición a lo que aseguraban los morados, que veían en esta “injerencia” un problema en los “contenidos” de la nueva legislación laboral. Ahora, desde Podemos se felicitan por el acuerdo dado que entienden que cumple con las exigencias de la vicepresidenta segunda, que hoy mismo ha pedido al presidente del Gobierno que se implicara en la negociación con su “compromiso”.

Además de esta primera reunión al más alto nivel, el acuerdo sobre la metodología mantiene la celebración de reuniones de la mesa de diálogo social para la reforma laboral cada miércoles, como hasta el momento, que estarán encabezadas por el secretario de Estado de Empleo, pero a las que se incorporarán -como novedad ahora- un delegado del Gobierno de la vicepresidencia económica y otro del ministerio de Seguridad Social. También podrán acudir otros representantes del resto de ministerios afectados. De este modo, el ala socialista incluye a su cuota en la negociación.

Además de las citas del diálogo social de los miércoles, y con carácter previo a estas, todos los martes a las cinco de la tarde se celebrará una reunión con el objetivo de fijar la posición del Gobierno en la mesa. A esta reunión acudirán los secretarios de Estado de Economía y de Seguridad Social y Pensiones y cuando sea necesario “por la importancia o complejidad política de los asuntos” podrán producirse reuniones entre las vicepresidentas primera y segunda junto a los ministros afectados. Estos mismos se volverán a reunir los miércoles por la tarde -con carácter posterior a la mesa del diálogo social- para analizar cómo se ha desarrollado ésta y coordinar el trabajo de preparación de la siguiente.

Varios días de choques

Fue el jueves cuando Unidas Podemos lanzó el aviso a través de las redes sociales pidiendo una reunión del pacto de seguimiento de la coalición. Un aviso contundente que poco después se convirtió en un cisma en Moncloa. Desde el PSOE criticaron las formas de actuar por parte de sus socios, que han optado por dar publicidad a cada desencuentro en el Gobierno. Los morados hablaban de “injerencias” por parte de la vicepresidenta económica Nadia Calviño, acusándola de querer liderar la derogación de la reforma laboral después de que fuera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la que hasta ahora liderara las conversaciones en el seno del diálogo social.

Esta misma semana se reunía el lunes la mesa entre ambos partidos sin llegar a ningún consenso. Ayer, Moncloa reconocía que todavía no tenía cerrado el acuerdo y que, aunque el liderazgo del debate social correría a cargo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ésta estaría tutelada por el PSOE. Desde Italia, la vicepresidenta segunda pedía al PSOE que se “aclarara” entorno a la metodología de llevar a cabo la medida.