Congreso

El Gobierno, contra las cuerdas: sin PGE «hasta el último minuto»

Esquerra, PNV y Bildu, socios de investidura, apuran para extraer mayores réditos

Gabriel Rufian, Esquerra Republicana de Cataluña, junto a la diputada Carolina Telechea
Gabriel Rufian, Esquerra Republicana de Cataluña, junto a la diputada Carolina TelecheaAlberto R. RoldánLa Razón

Los últimos presupuestos de la legislatura le van a salir mucho más caros al Gobierno. O eso parece: sus socios de investidura son conscientes de que puede ser la última oportunidad que tienen para extraer réditos y quieren aprovecharlo. Tanto Esquerra, como PNV y Bildu están poniendo contra las cuerdas al Gobierno y mantienen la puerta abierta a presentar una enmienda a la totalidad a pocas horas de que venza el plazo (a las 14 horas de este viernes).

Al cierre de esta edición, todo apunta a que Esquerra va a presentar una enmienda a la totalidad como estrategia para seguir negociando hasta el 27 de octubre, que es cuando se votan. Durante estos días, si se llegara a un acuerdo con el Gobierno, la retirarían. No obstante, desde las filas republicanas han evitado aventurar ningún escenario concreto y se limitan a insistir en que todo se va a alargar «hasta el último minuto».

Los de Pere Aragonés no están dispuestos a dejar escapar un triunfo que poder blandir frente a sus rivales de Junts per Catalunya y justificar así la colaboración en la gobernabilidad de España. En conclusión, la enmienda todo apunta a que se presentará y, de los grupos catalanes, solo el PDeCAT no enmendará, pero se guarda el derecho de votar otras enmiendas si lo considera oportuno.

Se puede pensar que este es el baile habitual, de todos los años, cuando llegan las cuentas. Todos quieren que en la tómbola les toque algo, ya sea un pito o una pelota, porque en la tómbola siempre toca. Los republicanos aspiran a avanzar en la reforma del delito de sedición, a lo que el Gobierno no se opone pero no acepta que se vincule a los presupuestos sino a la Mesa de Diálogo. Sobre la mesa, otros temas como el compromiso de ejecución de la inversión o el traspaso de Rodalies. Fuentes socialistas son escépticos en estos dos puntos porque «parece que el Govern y ERC están más cómodos implicados en la crítica que aceptar el traspaso de Rodalies que lleva consigo una implicación en la gestión».

ERC considera que dada la situación es ahora o nunca y está dispuesta a vender cara su piel porque necesitan un éxito para hacer frente a las cainitas críticas de JxCat. La negociación continuará pero la enmienda se presentará, confirman las fuentes consultadas. Solo lo podría evitar un giro de guion por parte del ejecutivo. La negociación coincidirá con un viaje oficial a Kenia del presidente del Gobierno del 25 al 28 de octubre, días clave para determinar si hay avances en estos contactos.

Pere Aragonés monitoriza en primera persona las conversaciones porque el miércoles constató su soledad en el Parlament. Todos los grupos votaron en contra de los presupuestos y solo quedan puertas entreabiertas con el PSC y los Comunes, que tampoco darán un cheque en blanco, porque Junts mantuvo la crítica ácida al Govern a pesar de que las cuentas fueron cerradas por su ya exconsejero de Economía, Jaume Giró. En el Parlament, no se vislumbró una pizca de acercamiento. Al contrario, las heridas siguen bien abiertas. Parece que el president prefiere, de momento, hacer descarrilar los presupuestos de Cataluña antes de abrirse a negociar con el PSC, que sería tanto como plegarse en Madrid, aunque la prórroga presupuestaria implicaría la pérdida de 3908 millones, que pueden ser fundamentales para afrontar la acentuación de la crisis que se avecina.

El panorama en el Congreso no es halagüeño para el PSOE. El PNV (6 diputados), que está siendo muy duro con las cuentas (por las previsiones de ingresos y gastos, fundamentalmente), aspira a una cesión importante que permita compensar los incumplimientos del Gobierno en materia de transferencias, que ha generado mucho malestar entre los nacionalistas vascos. Con el PNV va a pelear Bildu (5) por conseguir una cesión todavía más importante, en el marco de la pugna que mantienen por la hegemonía en el País Vasco. Por tanto, los independentistas vascos tampoco quieren poner las cosas tan fáciles al Gobierno. «Proponemos medidas sociales y económicas ambiciosas que beneficien a los sectores más desfavorecidos y partidas e inversiones concretas para el País Vasco», señalan, que recuerdan que la posibilidad de una enmienda a la totalidad sigue encima de la mesa.

El Gobierno cuenta con 153 diputados (PSOE y Podemos) y tiene el apoyo de Teruel Existe y PRC: por tanto, suman 155, de los 176 respaldos que necesita. ERC, PNV y Bildu serían suficientes.

►El Congreso tiene actualmente 349 diputados, el Gobierno tiene 153 y la mayoría absoluta está en 176. Por ahora, Ciudadanos (9) y JxCat (4) han anunciado ya una enmienda a la totalidad.
►PP (88) y Vox (52) también rechazarán los presupuestos, salvo giro de última hora. En total, 153. Coalición Canaria (2) se abstendrá.
► Teruel Existe (1) y PRC (1) permitirán tramitar los PGE; todo apunta que Más País (2) y Compromís (1) también. Falta por ver PDeCat (4), además de ERC, PNV y Bildu.