Murcia

60 años de «paracas»: del Sáhara a Mali

La Brigada Paracaidista celebra su aniversario como una de las unidades de élite de las Fuerzas Armadas

La BRICAP supone una importante fuerza de entrada inicial
La BRICAP supone una importante fuerza de entrada iniciallarazon

Corría el mes de octubre de 1953 cuando, bajo el mando del comandante Tomás Pallás, un grupo de efectivos de la Legión de las unidades de Montaña formaron la que fue la primera Bandera Paracaidista de España. Eran 8 oficiales, 12 suboficiales y 149 militares de tropa a los que se bautizó como «Roger de Flor». Las razones que motivaron su nacimiento no distan mucho de lo que ocurre en la actualidad en las Fuerzas Armadas: la necesidad de adaptarse a los nuevos escenarios. Cuatro meses después, en febrero de 1954 y tras un duro periodo de entrenamiento, los «paracas» realizaron su primer salto. Su bautismo de fuego, en el que sufrieron las primeras bajas en combate, se remonta a la campaña Ifni-Sáhara (1957-58), donde dejaron claro desde el primer momento su profesionalidad. Una carta, enviada por el gobernador del África Occidental Española al coronel Ignacio Crespo del Castillo, primer Jefe de la Agrupación de Banderas Paracaidistas, da fe de ello: «Nunca una nueva Unidad ha abierto tan brillantemente su historial de guerra como esa». Un estreno éste que les costó 37 vidas y 70 heridos.

Tal fue el éxito que en febrero de 1965 se conformó, como tal, la Brigada Paracaidista, la BRIPAC, manteniendo hasta el día de hoy un alto grado de preparación y experiencia logrados en las diferentes zonas de conflicto en las que ha sido desplegada. En 1991 formó el grueso del contingente español en el Kurdistán tras la segunda Guerra del Golfo y a partir de ahí han estado presentes en Bosnia (1992-1994, 1996, 1999 y 2003), Kosovo (2000-2002), Afganistán (2004, 2006, 2007, 2008, 2010 y 2012), Líbano (2007 y 2010) y Mali (2013). Además, la BRIPAC también ha participado en operaciones de ayuda humanitaria en Mozambique (2000) o Pakistán (2005-2006).

Una historia, la suya, corta pero intensa, en la que 184 de sus efectivos han perdido la vida (47 en acciones de guerra, 71 en accidente paracaidista y 66 en acto de servicio) y en la que sus acciones se han visto recompensadas con 144 condecoraciones (104 cruces rojas, 30 azules y 10 amarillas).

Y ahora, en el 60 aniversario de su nacimiento, la Brigada Paracaidista es no sólo una de las unidades de elite de las Fuerzas Armadas, sino también una de las más modernas y, en los tiempos que corren, una de las más austeras a la hora de prepararse. Al mando se encuentra el general Juan Cifuentes Álvarez, quien considera un «orgullo» dirigir a este grupo de profesionales que cuentan con lo último en tecnología y simuladores para estar perfectamente preparados sin gastar ni balas ni combustible. Todo, dentro de la madrileña Base «Príncipe», una de las más modernas que existen en España (apenas tiene 10 años) y en la que disponen de todo lo necesario para su completa instrucción. Allí está el grueso de la Brigada salvo una bandera, la «Ortiz de Zárate», cuyo acuartelamiento se encuentra en Murcia.

En la actualidad son 2.436 los efectivos que pertenecen a la BRIPAC. Cuenta con tres unidades de maniobra denominadas Banderas: (Roger de Flor, Roger de Laura y la citada Ortiz de Zárate). Y, además, dispone de un batallón de Cuartel General con las unidades de apoyo al mando, un grupo de artillería de campaña, un batallón de zapadores y un grupo logístico.

Han de estar siempre a punto para cualquier misión que se les pueda presentar, pero la situación impide que el adiestramiento sea total para el conjunto de los efectivos, por lo que sólo algo menos de la mitad, unos 1.000, se mantienen permanentemente preparados conformando el Grupo Táctico Operativo. Pero se mantienen permanentemente disponibles dos Grupos Tácticos y son capaces de preparar en 72 horas uno de ellos para ser desplegado en cualquier lugar del mundo.

Pero, como la economía obliga, la instrucción de sus efectivos se completa gracias a los simuladores, que permiten un importante ahorro tanto en munición como en combustible. Así, cuentan con el simulador de armas portátiles «Victrix», una especie de videojuego a tamaño real en el que las armas, reales, incorporan un kit de aire comprimido en el cargador. También disponen de simuladores de misiles contracarro «Milan», «Spike» y «Tow. E» y un centro de Instrucción de Combate en Terreno Urbano en el que simulan los disparos con un sistema láser.

«La crisis obliga a agudizar más la imaginación para adiestrarse con los recursos que tenemos», asegura el coronel Alejandro Escámez, segundo jefe de la Brigada.

CAPACIDADES PARA CUALQUIER SITUACIÓN

La intensa y amplia instrucción de los efectivos de la BRIPAC les permite desplegar numerosas capacidades como:

Alta disponibilidad: Tienen permanentemente disponibles dos Grupos Tácticos

Despliegue rápido: Pueden preparar en 72 horas un Grupo Táctico para ser desplegado en cualquier lugar del mundo.

Operaciones de envolvimiento vertical: Capacidad para ser desplegados en minutos en cualquier lugar con poca advertencia.

Inserción a través de lanzamientos paracaidistas a gran altura con oxígeno.

Operaciones en terreno urbanizado: Capacidad para combatir en zonas edificadas y posiciones de cualquier categoría.

Operaciones de evacuación de no combatientes.

Operaciones de ayuda humanitaria y mantenimiento de paz