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Méritos e infamias

Andalucía: ¿demasiado tarde?

La crisis sanitaria que vive el Gobierno de Juanma Moreno consolida la certeza de que no se celebrarán elecciones andaluzas hasta el próximo mes de junio

Juanma Moreno en la sesión de control del Parlamento Julio MuñozEfe

Cuando el presidente andaluz le cortó la cabeza a su ya exconsejera de Salud por la “crisis de los cribados” entiendo que sabía dos cosas. La primera, que este pequeño harakiri no frena la campaña orquestada por la oposición. Segundo, que las elecciones andaluzas serán “cuando toca”. Es decir, que agotará su legislatura hasta junio de 2026, sí o sí. Ya lo adelantó en varios foros la pasada primavera, pero ayer, con el Parlamento andaluz ardiendo, no hace falta ser un lumbreras para interpretar que en este último tramo tragará quina. Empuja el PSOE por la vía del sentimentalismo barato de las lágrimas en el escaño y las mujeres enfermas, porque recuerda que las Mareas Blancas se solidificaron en esa chinita en el zapato de Susana Díaz. “Por ahí empezó a entrar el agua”, y no tengo claro que ahora esta inundación exprés cese. Una decisión, por cierto, que no tomó Pedro Sánchez cuando salió a la luz la chapuza de las pulseras antimaltrato. Ana Redondo sigue en su puesto, las manifestaciones se trasladan al sistema sanitario andaluz y “todes contentes”. El presidente del Gobierno es sagaz, rápido y cínico, nada le turba en sus decisiones, y sabe revolverse en el metro cuadrado que ocupa su existencia como una lagartija en peligro. ¿Inteligencia?, probablemente sí. En Andalucía lo llamaríamos un listo, que suelen ser los que se salen con la suya a costa de picardía y oportunismo. Como Feijóo, mientras mandaba en Galicia, que adelantó las elecciones cuando quiso remachar sus victorias. Si al presentarse María Jesús Montero en Sevilla para arrebatar la Junta al PP; Juanma Moreno hubiera llamado a las urnas quince días después quizá esta columnilla tratara de otra cosa, pero no sucedió así, decidió aguantar y darle oxígeno a los socialistas. Entonces las encuestas rozaban el techo de escaños, VOX no apretaba, sus señorías no hablaban del cáncer y el cielo era azul. A veces una tormenta provoca que las hojas se pudran antes de que acabe el otoño.