Opinión

"Así da gusto: Madrid, una Administración que escucha", por Santiago Ollero*

El gobierno de la Comunidad madrileña es un interlocutor receptivo, que explica y toma nota

Entrevista con Fernando Santiago Ollero, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid
Fernando Santiago Ollero, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de MadridAlberto R. RoldánLa Razón

No soy de las personas que regalan el oído a nadie. Quien me ha seguido lo sabe. Es más, por defender a los ciudadanos, autónomos y empresarios he sido capaz de exponerme quizás más de lo razonable. Y, como presidente de un Colegio Profesional y del Consejo General, mis críticas no se refieren a cuestiones políticas sino a la forma de hacer las cosas.

Una norma, si quiere ser efectiva, ha de ser ejecutable. Y nos estamos encontrando, cada vez más, con cumplimientos imposibles de leyes, decretos, órdenes… He denunciado en numerosas ocasiones normas populistas que se han convertido en impopulares por las dificultades que su cumplimiento impone.

La principal causa de las dificultades proviene de la falta de conocimiento y sensibilidad de quien desarrolla la norma y quien luego la tiene que poner en marcha en el lado de la Administración. Ojo, no me refiero al funcionario, que cuenta con muy poco margen para moverse y sobre el que, de forma más intensa en los últimos años, pende una permanente amenaza de denuncia por su actuación.

Más le valdría a la Administración escuchar más, mucho más, de lo que lo hace. En una reciente entrevista con un director general de la Administración General del Estado, a quien le contaba las dificultades para cumplir con sus requerimientos, me espetaba que la norma había sido negociada con los empresarios, sindicatos y demás agentes sociales que a ustedes se les ocurra. Y ahí es donde está el error.

Los Gestores Administrativos no vamos a entrar en el fondo de los asuntos, no estamos para negociar el sentido de una norma. Pero ninguno de los agentes sociales ni de los políticos que la debaten saben cómo se tiene que aplicar, ni las dificultades o facilidades que tal norma presentan. Es ahí donde los colaboradores sociales y los funcionarios (permítaseme) de ventanilla tenemos mucho que decir. Y es ahí, precisamente, donde falta la necesaria sensibilidad para pedir opinión ex ante y para escuchar ex post.

Mis recientes conversaciones con la directora general de Autónomos y emprendimiento, Irene Correas, de la Comunidad de Madrid han tenido el mismo efecto que una reparadora ducha después de más de 40 kilómetros de maratón. Escucha, explica y toma nota. Ah, y ofrece soluciones muy razonables.

Es verdad que se trata de un tema (las devoluciones que se están pidiendo a los autónomos por las ayudas concedidas para el pago de cuotas sociales en el marco del programa Impulsa) que ha saltado a los medios por varios errores concatenados: nadie previó que el Covid podía dejar KO durante algún tiempo a los autónomos, la Seguridad Social no ofrece información sobre las razones por las que un autónomo ha dejado de pagar las cuotas durante un determinado período y la Comunidad de Madrid ha mandado escritos a muchos autónomos sin la sensibilidad necesaria (se podía haber hecho mejor, sin duda).

Ahora bien, durante nuestras conversaciones, nos ha explicado muy bien el proceso que se tiene que seguir, cómo van a analizar los temas, ha recogido nuestras sugerencias y, en base a todo ello, nos ha pedido colaboración para los temas que están por venir.

No estamos solos en el mundo económico/empresarial. Y entendemos que otras profesiones pueden aportar su experiencia para que las cosas funcionen mejor para todos. Por eso, animamos a los demás colaboradores sociales y a las demás Administraciones a conversar de manera activa y con ganas de entenderse. Eso sí, ojo con los comentarios de otros que, sin experiencia sobre lo que sucede en el día a día, se permiten tener visiones extrasensoriales que solo aportan ruido.

Nosotros no entraremos a negociar el fondo de la norma. Que otros no quieran «imponer» la forma de ejecutarse, cuando no han hecho un trámite en su vida.

No quiero que quede emborronado el verdadero objetivo de mi reflexión. Debo felicitar a la directora general de la Comunidad de Madrid, y por extensión a ésta, por su capacidad y voluntad de escuchar para hacer las cosas mejor. Y por aceptar las críticas sin que ello suponga cortar los lazos de comunicación.

*Fernando Santiago es presidente del Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid y presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España