Madrid

Aznar pide ejercer la política «con personas honradas»

Destaca que depende del PP recuperar la confianza perdida

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (i), y su marido, el expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar (d), durante el acto de presentación del archivo documental de Gregorio Ordóñez
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (i), y su marido, el expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar (d), durante el acto de presentación del archivo documental de Gregorio Ordóñezlarazon

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha defendido hoy el "legítimo mandato electoral"recibido por el PP, que ha pedido "respetar"y "preservar", y ha añadido que es posible ejercer la política como una actividad "decente".

El ex presidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, alzó ayer la voz para reivindicar el «compromiso indeclinable con la regeneración política» con el que se creó el Partido Popular, algo que convocó a los ciudadanos a un gran proyecto común de «libertad y prosperidad». Sin citar en ningún momento el «caso Bárcenas» y la crisis que atraviesa estos momentos el partido, Aznar indicó que depende del Partido Popular recuperar la confianza de los ciudadanos en un momento de «descrédito» en el que es «más necesario que nunca» que la política la ejerzan «personas honradas al servicio del interés general».

Durante la presentación en Madrid del documental que recuerda a Gregorio Ordóñez, el edil popular de San Sebastián asesinado por ETA hace 18 años, el presidente de FAES se apoyó en el recuerdo del dirigente asesinado para subrayar la importancia de los valores que debe encarnar un político, valores que encarnaba Ordóñez. Representaba «todo lo mejor del PP. Era comprometido hasta límites heroicos, no se resignaba, era cercano, destacaba su honradez personal, el valor para la libertad y la generosidad. Ése debe ser nuestro norte. Con toda claridad. Con la máxima determinación», dijo.

Aznar trató de insuflar esperanza a los ciudadanos desencantados con la política y los políticos y recordó que «era y es posible ejercer la política como una actividad decente de personas honradas al servicio del interés general; era y es posible devolver a los españoles la confianza en nosotros mismos y en nuestro país, era y es posible devolver la esperanza a millones de españoles marginados por el paro y la falta de oportunidades. Únicamente depende de nosotros». Pidió «compromiso en el futuro de España, que hoy se juega tanto en el ámbito de la economía como en el de las instituciones» y recordó que hoy siguen siendo tiempos de exigencia para ese proyecto político «en el que los españoles han confiado» primero en 1996 y hace un año de nuevo. Ha sido la voluntad mayoritaria de los españoles, un compromiso que exige «emplear toda la fuerza, todo el talento, todo el trabajo y toda la responsabilidad». Ante esto pidió «respetar y responder con nuestros actos a ese mandato de reforma, de regeneración, de recuperación del camino» y fue contundente al advertir de que el PP ha pasado «demasiado tiempo apartado de lo que le ha llevado al éxito» y «las consecuencias son las que venimos padeciendo».

El ex presidente del Gobierno incidió en la importancia que existe en estos momentos para superar una crisis económica, pero también para «resolver una crisis política e institucional» que se traslada a los ciudadanos en forma de «desconfianza, desasosiego y temor al futuro».

Destacó que «a ningún país le sale gratis que desde el Gobierno se dude de su condición nacional, ni sale gratis sustituir la política exterior por un compendio de eslóganes, ni sale gratis actuar bajo el principio de que el dinero público no es de nadie ni hacer de los terroristas interlocutores políticos». Por tanto, enfatizó: «A España no le ha salido gratis descalificar la Transición, el pacto constitucional y el consenso como pilares de las instituciones democráticas y de su legitimidad».

Muy contundente y recordando el asesinato del dirigente del PP vasco, Aznar rechazó que se equiparen víctimas y verdugos, que se equipare al demócrata Ordóñez con los pistoleros que lo asesinaron y enfatizó que «para derrotar a los terroristas hay que derrotar la mentira. Las de antes y las de ahora». «Derrotar a los terroristas no significa que dejen de matar, significa mucho más: que no consigan sacar adelante el proyecto por el que han asesinado durante cincuenta años». En la derrota de la banda terrorista ETA no caben ni «cálculos tácticos» ni «vacilaciones interesadas».