La investidura de Sánchez
Calvo critica la “ambición” de Iglesias: “Nos han pedido literalmente el Gobierno”
Asegura que los morados no han querido negociar con “realismo” y desvela que no aceptaron sentarse hasta que se garantizó la vicepresidencia para Irene Montero
Asegura que los morados no han querido negociar con “realismo” y desvela que no aceptaron sentarse hasta que se garantizó la vicepresidencia para Irene Montero
“No ha sido posible”. Así, con una mezcla de “cansancio y decepción”, ha resumido la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, las negociaciones infructuosas que hoy, si nada cambia, darán al traste con la investidura de Pedro Sánchez. En el PSOE califican de “obstruccionista” y “carente de realismo” la posición que han defendido los morados durante todo el proceso. “Nos han pedido literalmente el Gobierno”, se ha quejado Calvo, para preguntarse a la inversa, “¿qué le quedaría al PSOE para desarrollar su programa?”, en caso de que se hubieran cedido todas la “políticas mollares” que les exigían y que representaban “todos los ingresos y más de la mitad del gasto”. “La ambición de un gobierno entero para quien no ha ganado las elecciones”, ha sentenciado.
En una entrevista en la cadena SER, Calvo ha afeado a los morados que hayan negociado una posición que no respeta el resultado de las urnas y que supone, en esencia, un “doble gobierno” que buscaba “trufar” todo el Consejo de Ministros de sus necesidades. El PSOE defiende que el documento hecho público ayer es el “único documento de partida y de llegada” que han propuesto los morados, mientras que ellos se han ido “moviendo continuamente”. Clavo ha desvelado, a su vez, que la primera vez que se reunieron tardaron una hora y media en sentarse, hasta tener los morados “la garantía” de que Irene Montero sería vicepresidenta. Los socialistas, que dan por perdida la investidura, lamentan las posiciones maximalistas de un partido que con sus 42 escaños ni siquiera les garantizaba la “estabilidad” y la “gobernabilidad” y en el que sus discrepancias internas ponían en jaque incluso ese cómputo de apoyos.
En la batalla por el relato que se abre ahora, Calvo ha revelado que “siempre llamábamos nosotros” y que en la última ocasión Ione Belarra “tardó tres horas en ponerse al teléfono”. Con estos datos, reflexiona que, en realidad, los morados nunca quisieron llegar a un acuerdo si para ello tenían que renunciar a la entrada se su líder Pablo Iglesias, como así sucedió.
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