Elecciones 10-N
Casado y Abascal, los grandes beneficiados
La repetición electoral mantiene a ambos «bloques» muy equilibrados entre sí, como el 28-A. Pero no podemos seguir hablando de «bloques», al menos en la izquierda, ya que no puede haber suma PSOE con UP por las abismales diferencias entre ambos que imposibilitarían un gobierno estable. Los socialistas, que se estancan, han fracaso en su intento de reducir a la nada a UP, que resiste aunque erosionado, pero con un desgaste tolerable y lo más importante, ha frenado la fuga de votantes morados al PSOE, problema que debilitó a Podemos en las elecciones generales de junio de 2016 y abril de 2019.
Incluso el «bloque» del centro derecha tampoco cuenta con una mayoría absoluta. Casado y Abascal serán los dos grandes beneficiados el 10-N, son los que más crecen en votos y escaños. El PP será de nuevo el líder indiscutible del centro derecha, mientras que Vox luchará por la tercera plaza con UP.
El centro derecha podría alcanzar la Moncloa si se diesen las siguientes circunstancias.
Primera, un desplome en la participación en los baluartes de la izquierda, como sucedió en las generales de 2011 o en las autonómicas andaluzas de 2018.
Segunda, que los votantes naranjas que aún piensan votar a Rivera, menos de la mitad que el 28-A, a última hora concentren su voto en el PP, posibilitando un importante aumento complementario de escaños del PP y la consecuente reducción de los socialistas. Hay que tener muy presente que la mayoría de los actuales votantes de Cs proceden del PP y que tienen una muy buena imagen de Casado, similar a la de Rivera.
De no producirse en la amplitud debida cualquiera de estos dos requisitos, o simultáneamente, el país se enfrentaría a unas terceras elecciones generales, o a una decisión histórica, la gran coalición a la europea, un gobierno con un programa común elaborado por el PSOE y el PP, que tenga la suficiente base parlamentaria para aplicar la Constitución y las políticas económicas europeas.
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