Financiación autonómica
Díaz confía en que la caída del PSC sea la antesala del declive de Sánchez
Espera que las autonómicas y municipales de 2019 socaven el liderazgo del secretario general.
Espera que las autonómicas y municipales de 2019 socaven el liderazgo del secretario general.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, considera que el PSC, tal y como «ha dicho» su líder Miquel Iceta, «no ha cumplido las expectativas» en Cataluña, pero cree que los socialistas catalanes «lo han dado todo» en una campaña difícil y un contexto tan complicado como el que supone el desafío independentista.
En realidad, el balance ha sido ruinoso para el PSC dadas las esperanzas que se habían alimentado. Ni se logró un crecimiento significativo –se quedó en un único escaño–, ni se pudo celebrar un adelanto sobre Ciudadanos, ni fue posible traspasar la frontera de los 20 diputados. Todo lo contrario: fue su segundo peor resultado histórico en porcentaje de votos y en actas en unos comicios autonómicos, después del cataclismo de hace dos años.
El resultado en las elecciones catalanas ha dejado a Iceta en una situación muy distinta a la que esperaban él mismo y su valedor, el líder nacional de los socialistas, Pedro Sánchez. Preguntada ayer por si creía que la estrategia del número uno del PSOE ha sido la adecuada, Díaz contestó: «No me corresponde a mí hacer esa lectura». Pero sin duda es un balance que favorece las aspiraciones de futuro de la presidenta de la Junta de Andalucía. Porque en la sorda batalla que libran la lideresa y el secretario general, este paso atrás suma en los propósitos de la andaluza, cuya gran decepción fue el resultado de aquellas primarias perdidas en Ferraz en las que fue humillada por su gran rival.
En este escenario, si tras la siguiente cita con las urnas –los comicios municipales y autonómicos de 2019–, el cómputo tampoco fuera halagüeño para el PSOE, Pedro Sánchez podría llegar tocado a unas elecciones generales que tendrían lugar sólo un año más tarde, en junio de 2020, y que podrían significar la puntilla para el oponente en el liderazgo de las veteranas siglas.
Completamente abatida, tras el vergonzante capítulo de las primarias, Susana Díaz se aferró a su feudo en Andalucía, donde ha llevado a cabo un cambio de Gobierno, y sólo ha dejado sentir su voz en la arena política nacional para asuntos relacionados con el debate territorial y la financiación autonómica.
La lideresa andaluza se siente fuerte en su territorio, avalada además por las encuestas. Y el «caso ERE» lo dan además por superado en términos electorales. Precisamente sobre este capítulo habló ayer, al afirmar que «ha habido irregularidades», pero volvió a defender la honestidad y honradez de los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán al asegurar que «nadie ha podido decir que se hayan llevado un duro».
La dirigente socialista, en una entrevista en la Cadena SER Andalucía, no dudó en señalar, en alusión al PP-A, que en este caso, cuyo juicio comenzó el 13 de diciembre en la Audiencia de Sevilla, hay quien «ha querido ganar en los juzgados lo que no ha ganado en la urnas». En este intento, según Díaz, «se han llevado por delante» la imagen de dos ex presidentes «honestos y decentes» que han recibido «ataques salvajes» durante muchos años y a los que «con el tiempo tendrán que pedir perdón», informa Efe.
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