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CiU sigue su caída y el PP recupera la tercera plaza

La apuesta soberanista pasa factura a Mas, mientras el PSC sigue con su retroceso electoral

La Razón
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Convergència i Unió está sufriendo un desgaste sin precedentes. Cuatro meses después de las elecciones autonómicas, es la formación que más deterioro experimenta y lo único que está consiguiendo es beneficiar a ERC con su apuesta soberanista. Según una encuesta elaborada por NC Report, CiU obtendría hoy entre 39 y 42 escaños, es decir que perdería entre 8 y 11 diputados respecto a su actual resultado (50). Esta pérdida favorecería en buena parte a ERC, que pasaría de sus 21 diputados actuales a 27/28. La conclusión es evidente: el pacto de estabilidad firmado entre CiU y ERC está resultando una jugada maestra por parte de Oriol Junqueras, que no sufre ningún tipo de erosión relacionada con los recortes de la Generalitat y se aprovecha del proceso independentista abierto por Artur Mas.

ERC reforzaría en estos momentos su condición de segunda fuerza en el Parlament gracias a los 93.000 votantes que obtendría de las fugas de CiU. Esquerra, por tanto, capitaliza cada vez mejor la ola soberanista propulsada por CiU y confirma que fue un acierto no aceptar la oferta de Mas para formar una coalición de gobierno en la Generalitat.

La apuesta por el denominado «derecho a decidir» tiene otras consecuencias. El PP recupera su posición como tercera fuerza del Parlament, consolidando sus 19 diputados, mientras que el PSC sufre nuevas pérdidas y se queda con sólo 15/16 diputados, cuatro o cinco menos que ahora.

La sangría de los socialistas catalanes debería ser motivo de alarma para su primer secretario, Pere Navarro. Su confusa postura respecto al derecho a decidir, que ha provocado el mayor distanciamiento de la historia entre PSC y PSOE, recibe un severo castigo de sus electores. Después de CiU, el PSC es el partido peor parado del inicio de la legislatura en Cataluña. Muchos de sus votantes están optando por abandonar las siglas socialistas y refugiarse en otras opciones como Ciutadans. Hay que recordar que el PSC nunca tuvo tan pocos diputados como ahora (20), pero ya se sabe que en política no existe el suelo electoral. El hundimiento siempre puede ser mayor, tal y como revela esta encuesta.

El retroceso de los partidos grandes contrasta con el avance de los partidos pequeños. Ciutadans, principal beneficiario del desconcierto socialista y con un electorado muy fidelizado, lograría ahora entre 14 y 15 escaños, es decir, que experimentaría un aumento de entre 5 y 6 diputados en el Parlament.

La CUP, por su parte, que se estrena esta legislatura con representación (tiene 3 diputados), también consigue mejoras con su discurso independentista y anticapitalista. El sondeo le concede 7 diputados. Quien apenas se mueve es ICV, que lograría 12 diputados, 1 menos que ahora.

La encuesta de NC Report, correspondiente a este mes de marzo, acentúa la tendencia apuntada en su último estudio de enero. Entonces, ya se visualizó un retroceso de CiU y un avance de ERC. Ambos fenómenos van en aumento, pero aparece una nueva pista: la debacle socialista.

El castigo que los electores del PSC están propinando a su partido tiene una consecuencia inédita en la política catalana y es que el PP se convierte en el gran referente de los partidos de ámbito nacional. Históricamente, los socialistas catalanes han sido la segunda fuerza en el Parlament con una notable diferencia respecto al PP. Esta situación puede estar llegando a su fin, lo cual abona la tesis de que el PSC está obligado a una verdadera refundación de su proyecto.