Gobierno de España
Cuando Iglesias ganó a Sánchez: “Vendamos un empate; celebremos una victoria”
Las urnas dieron la razón al pronóstico de Iglesias: «Si Vox está fuerte habrá coalición». Acertó y el pacto con el PSOE llegó en 48 horas
Las urnas dieron la razón al pronóstico de Iglesias: «Si Vox está fuerte habrá coalición». Acertó y el pacto con el PSOE llegó en 48 horas
Martes, 5 de noviembre. Quedan cinco días para las elecciones generales. En su despacho del Congreso de los Diputados, minutos antes de iniciar una entrevista con LA RAZÓN, Pablo Iglesias formula un argumento que tiene algo de vaticinio: «Si nosotros estamos fuertes y Vox está fuerte, el PSOE no podrá pactar con el PP y a Sánchez no le quedará más remedio que llegar a un acuerdo de coalición con Podemos». Durante la entrevista, repite el mantra. Y añade: «A partir de ahí, podrán cambiar las cosas en España».
Martes, 12 de noviembre. Las elecciones generales se celebraron hace dos días. El PSOE volvió a ganar, Podemos aguantó el tipo a pesar de dejarse siete diputados y Vox redobló su presencia en el Parlamento con 52 diputados. Poco antes de las 14 horas, Sánchez e Iglesias firmaban, en el comedor de gala de la Cámara Baja, un preacuerdo para gobernar en coalición. El pronóstico se había cumplido. Después de la frustante negociación de julio, de decenas de entrevistas e intervenciones en televisión para explicarse, de larguísimas reuniones internas y de una nueva campaña electoral, Podemos llega a su meta. Desde la dirección del partido evitan valorar de forma oficial si lo sucedido supone una victoria sobre Sánchez, en la medida en la que el líder socialista ha tenido que andar sobre sus pasos, aceptar el cogobierno y levantar el veto personal a Iglesias. La necesidad de recomponer los puentes y de forjar un clima de confianza que permita durante cuatro años la convivencia en el Consejo de Ministros impone la prudencia. Pero el sentimiento de triunfo es innegable. Lo verbaliza un diputado del partido: «Si todo va bien seremos socios y lo que nos jugamos es más importante que una medalla. Se ha escenificado y vendido un empate, pero nuestros votantes celebran este acuerdo histórico entre los partidos de izquierdas como una victoria». En esa sensación de empate insistieron las palabras que los líderes de los dos partidos se intercambiaron delante de las cámaras antes de firmar el preacuerdo y fundirse en un abrazo. «Quiero agradecer a Pedro Sánchez su generosidad y su disposición para construir un Gobierno con nosotros. Es tiempo de dejar atrás cualquier reproche», aseguró Iglesias; «el proyecto político es tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro que hayamos podido tener en los últimos meses. Quiero agradecer a Pablo Iglesias su predisposición a llegar a un acuerdo de gobernabilidad», añadió Sánchez.
Martes, 17 de diciembre. En el calendario que maneja Moncloa, ésta es la fecha más probable para que tenga lugar la primera votación en el Congreso para elegir a Sánchez presidente del Gobierno. Salvo sorpresa, no contará con mayoría absoluta y tendrá que aguardar a obtener el aval de la Cámara Baja en la segunda ronda. Pero este primer Pleno dejará una imagen inédita: Iglesias votando a favor de la investidura del líder socialista. En los cuatro precedentes existentes, nunca dijo «sí». Únicamente le dio su apoyo en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Este hecho, destaca otro dirigente morado, también pondrá de manifiesto que «Podemos no se ha movido. Son ellos (el PSOE) los que han aceptado que la solución más lógica y estable era la coalición en lugar del gobierno a la portuguesa o el gobierno de Rivera presidido por Sánchez». De hecho, añade, «no tendríamos por qué celebrar una nueva consulta, porque lo que decidieron nuestros inscritos en julio –con motivo de la investidura fallida posterior al
28-A–, con un 70% de apoyo, era formar un Gobierno de coalición integral, en el programa y en los equipos, sin vetos. Y esto es lo que vamos a tener».
Martes, 10 de marzo de 2020, víspera del aniversario de Podemos. El sexto desde su fundación. Si nada se complica, el partido habrá cumplido su objetivo: estar en el Gobierno. También su líder: «A mí me gustaría retirarme después de haber gobernado. Es verdad que cuando se empieza a gobernar comienza otro reloj. Pero me queda mecha todavía», reconocía Iglesias una semana antes de lograr, por fin, que ese reloj eche a andar.
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