ETA
Currin quiere entrevistarse con los presos de ETA
El abogado surafricano ya está en el País Vasco para participar en las conclusiones del Foro Social
Brian Currin, el abogado surafricano que tanto dinero está ganando a cuenta de su supuesta «mediación» para que acabe el «conflicto» que, supuestamente, enfrenta al País Vasco con España, se encuentra de nuevo en Bilbao.
Brian Currin, el abogado surafricano que tanto dinero está ganando a cuenta de su supuesta «mediación» para que acabe el «conflicto» que, supuestamente, enfrenta al País Vasco con España, se encuentra de nuevo en Bilbao. Según fuentes antiterroristas, consultadas por LA RAZÓN, su visita se enmarca en la enésima maniobra para que dicho «conflicto» termine sin que ETA aparezca como derrotada y sus presos sean excarcelados sin admitir el error de sus crímenes, pedir perdón a las víctimas y pagarles el dinero que les adeudan.
En este caso, a Brian Currin le vuelve a tocar el papel de protagonista, pese a que la llamada «izquierda abertzale» intentó que personajes no tan quemados y que pudieran tener un mayor tirón mediático, fueran las estrellas del acto. Por lo tanto, será el abogado surafricano el que asista a la presentación, el próximo lunes, en el palacio de Ayete de San Sebastián, de las conclusiones del Foro Social, que tuvo lugar en Bilbao y Pamplona a mediados de marzo pasado. Dichas conclusiones permanecen secretas para el público en general, aunque las conocen el PNV y la llamada «izquierda abertzale».
Por lo que respecta a los reclusos, no van a contener grandes novedades, tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición del pasado 22 de mayo. Lo que ocurre, es que los que se han embarcado en esta iniciativa no las tienen todas consigo ya que el colectivo de presos de ETA, el EPPK, por sus siglas en euskera, está muy dividido y son numerosos los internos que «pasan» de Currin, hartos de tantas falsas promesas de libertad que se les ha hecho llegar.
Por eso, el Grupo Internacional de Contacto (GIC), que encabeza el citado letrado (se desconoce lo que cobrará ahora por estas nuevas gestiones), pretende que los gobiernos de España y Francia le permitan entrevistarse, en las cárceles en que cumplen condena, con los representantes del EPPK, algo que se le antoja como un brindis al sol, ya que la postura de las autoridades de ambas naciones ha quedado clara al respecto desde hace meses.
El GIC, del que forman parte también Alberto Spektorowski, Pierre Hazan y Raymond Kendall, se reunió el jueves con el grupo de apoyo a los presos, del que forman parte, entre otros Oier González, Michel Sarasqueta y Arancha Zulueta. Esta última es la que tiene mayor influencia hasta el punto de dar nombre al colectivo: «los arantxas». Según un comunicado de dicho grupo, «ambas partes destacaron la necesidad de buscar fórmulas para superar el bloqueo que actualmente vive el proceso». Para que no haya duda de quiénes son, según ellos, los responsables de lo que ocurre, se critica «la política penitenciaria que mantienen en vigor los Estados y el obstáculo que supone la política de dispersión y la responsabilidad para superarla».
Por su parte, el GIC dio una vez más la razón a los reclusos etarras y valoró la «reflexión realizada en torno a la necesidad de impulsar el proceso y la trayectoria mostrada hasta ahora por parte del colectivo de presos». Por ello, mostró su intención de «reunirse con los interlocutores del colectivo de presos y avanzó que los próximos días irá concretando las solicitudes y procedimientos para ello».
El EPPK, en el último comunicado que hizo público el pasado 6 de abril, además de pedir la amnistía para todos los presos y la autodeterminación (independencia), calificaba la política penitenciaria de España y Francia de «asesina» y amenazaban con que «la pena de muerte tiene responsables concretos. Los que persisten inmersos en la estrategia de guerra de los Estados».
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