De la legalidad de Sortu a la defensa del castellano

Madrid- Las designaciones de Xiol y Martínez-Vares han sido muy acogidas desde los distintos sectores jurídicos. Ambos están catalogados como juristas de muy alto prestigio. El primero de ellos, junto a otros seis magistrados de la Sala 61 del Supremo, firmó un voto particular contra la decisión mayoritaria de no permitir la inscripción de Sortu en el registro de partidos políticos. En ese voto particular, Xiol y los otros seis magistrados criticaron a los nueve que impidieron la legalización de la marca de la izquierda radical abertzale porque, a su juicio, lo hicieron basados en «citas parciales y conjeturas», y que, en ningún caso, cabía llevar a cabo una «ilegalización preventiva».

También conoce de primera mano la política, pues no en vano fue director general de Relaciones con la Administración de Justicia en uno de los Gobiernos de Felipe González. También fue vocal del Consejo a propuesta del PSOE.

Por su parte, Santiago Martínez-Vares ha sido presidente de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura. Como magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, fue ponente de la sentencia que obligó a la Generalitat a ofrecer el bilingüismo escolar en Cataluña. En aquella resolución recordaba que el Gobierno catalán debe adaptar el sistema escolar para que los padres que lo pidan puedan escolarizar a sus hijos en las dos lenguas vehiculares oficiales, tanto en español como en catalán, conjuntamente. Además, Martínez-Vares también formaba parte del Supremo cuando dictó la histórica sentencia que restablecía los derechos de las familias numerosas al considerar «nulos de pleno derecho» varios puntos del texto que limitaban beneficios reconocidos por ley.