Decenas de jóvenes persiguen a la Ertzaintza en las fiestas de Algorta

Los sindicatos policiales denuncian que el Gobierno vasco «no haga ninguna declaración»

Unos altavoces sirvieron de excusa para atacar a la Policía local y a la Ertzaintza en las fiestas de Algorta (Getxo). Lo que podía haber sido una simple noche de celebración terminó en un altercado que ha provocado la indignación de los sindicatos de Policía del País Vasco hacia lo que consideran una situación «inadmisible» que ha demostrado la situación de «indefensión» en la que se encontraron los agentes agredidos.

Según explican las denuncias policiales y se defiende desde el Consistorio de Alcorta, varias decenas de jóvenes consideraron el pasado martes que las seis de la mañana no era suficiente para volver a sus casas y cuando unos agentes de la Guardia Urbana requisaron un carro con altavoces que seguían transmitiendo música decidieron perseguir e insultar a los que querían aguarles la fiesta porque estaban molestando a los vecinos. Unos altavoces que los jóvenes habían activado para continuar con los festejos patronales una vez que los bares y «txosnas» de la zona cerraron sus puertas.

En un vídeo publicado por «El Correo» se puede comprobar cómo la patrulla policial termina huyendo sin poder defenderse ante el ataque de los jóvenes, quienes después de ver cómo su objetivo de ataque acaba desapareciendo con el carro y los altavoces, optaron por volcar los contenedores que tuvieron más a mano.

A pesar de que no hubo heridos durante el incidente, el sindicato ERNE de la Ertzaintza ha denunciado, a través de su cuenta de Facebook en un escrito titulado «Humillación y vergüenza», la «nefasta gestión del Departamento de Seguridad» del Gobierno Vasco, ya que denuncian la «falta de personal, la planificación inexistente y los medios precarios». Según afirman, esta situación desemboca en que «una Policía respetada y destacada en muchos aspectos hasta tan sólo unos pocos años (no más de diez), sea ahora mismo la que retratan las imágenes». Y aportan unos pantallazos de la persecución en masa que se visualiza en el vídeo. Por su parte, el Gobierno municipal ha defendido la labor de los agentes, al subrayar la «profesionalidad y el compromiso de la Policía municipal en el ejercicio de la salvaguarda de los derechos del vecindario».

Según explica el ayuntamiento de la localidad, «el reproductor difundía música a todo volumen por las calles cuando ya no podía haber ruido», pero para «evitar enfrentamientos los agentes optaron por abandonar el lugar y trasladaron el aparato a la Comisaría», prosigue la explicación del consistorio.

A la indignación del sindicato ERNE se unieron otras plataformas policiales, como el sindicato de la Ertzaintza Euspel, que en su cuenta de Twitter tachó de «inadmisible» el hecho de que la Policía tenga que abandonar un lugar «para proteger su integridad física. Se denuncia estas actitudes hacia nuestros compañeros. Esto no puede suceder, es para que alguien haga una lectura de qué está pasando». El presidente de Euspel, Txutxi Castelo, asegura: «Que no podamos hacer nuestro trabajo nos parece una vergüenza y no entendemos que el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco no haya hecho ninguna declaración».

Hasta la hora de cierre de esta edición no hubo ninguna reacción pública por parte del Gobierno vasco respecto a estos altercados sucedidos en la madrugada del martes.