Detenidos 25 integrantes de una activa organización dedicada al narcotráfico y al blanqueo de capitales

La Policía Nacional y la Guardia Civil, en el marco de la operación OOPS-MANATI, han desarrollado de manera conjunta y coordinada durante más de 6 meses una amplía investigación dirigida a identificar, localizar y detener a los miembros de una organización criminal liderada por ciudadanos de origen dominicano, dedicada a introducir y distribuir sustancias estupefacientes, fundamentalmente cocaína, en la isla de Mallorca.

En el operativo han participado más de 100 agentes, y han sido detenidas 25 personas integrantes de la organización criminal – 17 hombres y 8 mujeres– a los que se les atribuye la autoría de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. También se han desarrollado 21 registros en los que se han intervenido 4.000 gramos de cocaína, más de 1.800 gramos de marihuana, 56.000 euros en efectivo, un arma simulada (revólver), así como un laboratorio artesanal dedicado a la transformación y adulteración de la cocaína, con todo tipo de instrumentos, balanzas, moldes, prensas, trituradoras y coladores utilizados en la adulteración y transformación del clorhidrato de cocaína, así como sustancias adulterantes.

Este grupo criminal contaba con un amplio historial delictivo en materia de tráfico de sustancias estupefacientes poseía una gran estructura lo que les permitía disponer de una gran cantidad de puntos de distribución de estupefacientes en la Isla, sobre todo en la ciudad de Palma de Mallorca.

Estructurados en tres áreas

La organización criminal desmantelada estaba liderada por un ciudadano dominicano, en torno al cual se organizaba una estructura piramidal dividida en tres ramas: aprovisionamiento, operativa y logística de apoyo.

La rama de aprovisionamiento, controlada directamente por el líder de la organización, se dedicaba a introducir las diferentes cantidades de sustancias estupefaciente, fundamentalmente cocaína, en la Isla de Mallorca empleando para ello terceras personas de origen sudamericano (denominadas en el argot “mulas” o “correos”), las cuales eran captas por los lugartenientes del jefe de la organización. Una vez introducida en la isla, la droga era adulterada en laboratorios clandestinos para obtener una mayor rentabilidad en su venta.

Los encargados de la operativa de distribución, diseminados como puntos de venta al por menor por toda la Isla, centrando su actividad principalmente en la ciudad de Palma, se dedicaban a captar clientes para la posterior comercialización de las sustancias estupefacientes adquiridas. Finalmente, la rama logística de apoyo, estrechamente ligada al líder de la organización, se dedicaba a gestionar los asuntos financieros y era la encargada de “mover” el dinero recaudado por la organización, procedente de la venta de droga, para su introducción en los canales legales de circulación.

Durante la fase de explotación se ha contado con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (USECIC) y Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Baleares, además de Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Unidad de Guías Caninos, Policía Científica y Medios Aéreos de la Jefatura Superior de Policía.