Sevilla
Díaz aboga por un congreso «a la andaluza» que sirva «para el bien del país»
Expectación. Ésa es la palabra que envolvió el acto en el que participó ayer en Sevilla la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz. Rodeada de medios alcanzó una Sala del Parlamento autonómico para tomar la palabra ante el Grupo Socialista. Hizo balance de un 25M que «devolvió el barco del PSOE al puerto del que nunca debió de salir: el de la mayoría de los andaluces» y llamó a los suyos a no temer a los cambios «moderados, valientes y al mismo tiempo responsables».
«La izquierda –desembrolló– cuando tiene miedo a los cambios y se vuelve conservadora es cuando pierde», justo lo contrario a lo que ha ocurrido en el «nuevo tiempo» que abrió tras suceder a Griñán al frente del Ejecutivo regional hace ocho meses y que ha acabado con la racha de tres derrotas encadenadas en las urnas.
Díaz era consciente de que el interés informativo estaba ligado al «tsunami» que el pasado domingo cimbreó al PSOE en forma de resultados electorales y vaticinó «semanas intensas» en el plano orgánico. Se refirió a la convocatoria del Congreso extraordinario, fijado «a priori» para los días 19 y 20 de julio, para admitir que será «un momento de cierta distracción» y abogar por que éste sea «a la andaluza». «El nuestro –el cónclave también extraordinario que la encumbró en noviembre de 2013 como secretaria general del PSOE-A en Granada– fue para el bien de Andalucía, y el que hagamos en España tiene que ser para bien del país», subrayó. Con todo, matizó: «Pero ni las dificultades ni las cuestiones internas u orgánicas nos pueden distraer –al partido, al Gobierno andaluz o al Grupo Parlamentario–» de cumplir lo prometido a quienes han apostado por su partido.
Tras la reunión del Grupo, su «número dos», el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, mantuvo que «no le suena mal» la propuesta de que «los militantes puedan participar en la elección directa del secretario general», como explora el propio Alfredo Pérez-Rubalcaba. Reiteró que se trataba de una apreciación personal, «no colegiada», aunque no parece muy probable que la emitiera sin que Díaz estuviera al tanto. Cornejo defendió, asimismo, que «Andalucía –la agrupación más numerosa del PSOE– en la última Conferencia Política y en todos los procesos ha sido una federación que siempre ha apoyado la mayor participación posible». Aunque lo cierto es que ni en la mencionada Conferencia ni en el 38 Congreso Federal salió adelante la propuesta de «un militante, un voto», para elegir al líder máximo de la formación.
¿Aspira la presidenta andaluza a serlo? No dio pistas públicas sobre ello. Fuentes cercanas a la socialista aseveraron a LA RAZÓN que «aún no ha decidido» si dará el salto a la escena nacional, de lo que se deriva que lo sopesa. En su círculo ha comentado que sabe que «el tren –el PSOE– está en su estación» y que necesita de un maquinista avezado que sepa conducirlo movido por un afán: lograr el renacer del partido.
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