Don Juan Carlos: «He trabajado mucho durante el verano para recuperarme»

Vuelta a la actividad pública. Tras el paréntesis veraniego, el Rey recuperó ayer su agenda oficial con una audiencia al presidente de Bolivia, Evo Morales. El Jefe de Estado apareció en el Salón de Audiencias para esperar a Morales, por primera vez apoyado en un bastón y no en las muletas que ha necesitado desde su última operación de una doble hernia discal. Casualmente, Don Juan Carlos inauguró ayer su actividad institucional, el mismo día en que se cumplen seis meses de la intervención quirúrgica. Antes de entrar en el despacho para mantener una reunión a puerta cerrada con el líder boliviano, el Jefe de Estado contó a los periodistas que ha pasado el verano «trabajando mucho para recuperarme». Si el traumatólogo Manuel de la Torre aseguró el pasado junio que la recuperación del Monarca iba por delante de los plazos establecidos, fuentes de Zarzuela informaron ayer a este periódico de que todavía no se puede afirmar que el Jefe de Estado se haya restablecido completamente, por lo que Don Juan Carlos sigue con su intenso programa de rehabilitación de cuatro horas diarias distribuidas en mañana y tarde, que ni siquiera interrumpió en el último viaje oficial que realizó a Marruecos el pasado julio.

Si en 2012 la agenda del Rey se proyectó fuera de España con el fin de promocionar la marca España y combatir la crisis económica promocionando nuestras empresas en el exterior, este año el foco se ha orientado dentro de nuestras fronteras para dedicarse a su función de árbitro moderador, dada la crisis institucional del país. Por el momento, tras su regreso estival, los dos actos más importantes programados por el momento para el Rey son el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, y el viaje a Panamá, como ya adelantó este periódico, para asistir a la XXIII Cumbre Iberoamericana. Este encuentro internacional entre las naciones latinas es de significativa importancia para el Jefe de Estado, siendo el único mandatario que ha asistido a todas las cumbres desde 1991.

El encuentro con Morales se producía dos meses después de la crisis abierta el 2 de julio, cuando el avión de Morales, procedente de Moscú, tuvo que aterrizar en el aeropuerto de Viena después de que España, Portugal, Francia e Italia le impidieran aterrizar o sobrevolar sus territorios por miedo a que Snowden estuviese dentro, y España le permitió aterrizar en Viena una vez se cercioró de la ausencia del espía. A pesar de lo que Morales le transmitió a Don Juan Carlos su «alegría» por verle, y le preguntó cordialmente por la «médico» –refiriéndose a Doña Sofía, quien le facilitó en su primer viaje oficial a Bolivia la asistencia de unos médicos al sentirse enfermo–. Tras conversar brevemente, Don Juan Carlos, los ministros bolivianos de Defensa y Exteriores, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, y la embajadora de Bolivia en Madrid, María del Carmen Almendras, entraron en el despacho del Monarca a puerta cerrada.