Podemos

Echenique deja su escaño en Aragón para relanzar el poder de Iglesias

Desde Madrid, tratará de acabar con las grietas y formar un partido que sostenga al líder.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, durante una rueda de prensa.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, durante una rueda de prensa.larazon

Desde Madrid, tratará de acabar con las grietas y formar un partido que sostenga al líder.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, anunció a última hora de la tarde de ayer que renunciará a su escaño en las Cortes aragonesas en los próximos días para no condicionar la renovación del partido, que está prevista para finales de este mes de septiembre y para «no robar protagonismo» a futuros liderazgos. Una decisión que confirmó ayer en el Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos Aragón, donde explicó que, después de resultar la segunda persona más votada en la Asamblea Ciudadana estatal de Podemos en Vistalegre II, opta por dedicarse a tiempo completo a sus responsabilidades como Secretario de Organización y Programa.

Pero la renuncia va más allá de esa intención de dejar vía libre para la renovación en Aragón y supone, entre otros, cumplir el deseo de Pablo Iglesias de relanzar su liderazgo. Y Echenique tendrá una importante función en este punto, sobre todo después de las guerras internas que sufre la formación morada.

Tanto Iglesias como Echenique quieren un partido de tipo leninista, donde se termine con el debate permanente que hay en las organizaciones periféricas. De ahí los numerosos cambios que han llevado a cabo y que la mayoría de las Comisiones de Garantías han juzgado ilegales y contrarias a lo que se acordó en Vistalegre II.

Pese a sus constantes afirmaciones de unidad en la formación, en su círculo cercano tienen claro que ninguno de los dos cree en la democracia interna y su intención es la de construir un partido centralista, donde quien decide es el líder. Quieren acabar con cualquier discrepancia territorial, las cuales se reflejan ahora especialmente en su organización catalana, la cual quieren hacer que se integre en el partido de Ada Colau.

Iglesias mantiene la idea de que él es capaz no sólo de lograr muchos votos, sino de robarle todavía más a la izquierda y, al mismo tiempo, piensa que la organización partidista que creó Íñigo Errejón en su ausencia, durante su etapa como diputado en la Eurocámara, es un lastre que le impide desarrollarse.

Su objetivo prioritario, con tantas crisis y grietas en Podemos, es construir una maquinaria electoral en Madrid a su servicio y, posteriormente, confluencias territoriales que lo apoyasen en su carrera a La Moncloa. Y para satisfacer esa teoría, la de un líder mediático que se relaciona con la gente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, tiene «pablistas», como es el caso de Echenique, quien en la nueva función a la que aspira en Madrid, tendrá que relanzar la imagen de un secretario general y atajar de raíz los problemas que surjan, se llamen confluencias o estatutos.