Desempleo juvenil
El ejemplo de otros países
Gran Bretaña: Un plan de 1.600 millones para los «ni-ni»
En abril de 2012, en el Reino Unido entró en vigor el llamado "Contrato de la Juventud", un plan elaborado por el Gobierno de David Cameron destinado a crear puestos de trabajo para los jóvenes de entre 18 y 24 años, a través de alicientes a las empresas. Estimado en 1.600 millones de euros, está planteado para un periodo de tres años y se espera que genere 410.000 puestos de trabajo. Los empleadores tendrán incentivos, como pagar parte de los sueldos que se pagarán a los jóvenes. Los puntos clave del programa son: 160.000 subsidios salariales por valor de hasta £ 2,275 cada uno, para los empleadores; 250.000 plazas de trabajo para prácticas; al menos 20.000 pagas de incentivos más para alentar a los empleadores a contratar jóvenes aprendices. El Ejecutivo británico aplicó estas medidas después de que las cifras de desempleo juvenil alcanzadas en las islas alcanzaran récord. Y es que, la "generación perdida"es un término que también se utiliza en el Reino Unido. Los "nini"aquí se llaman los "neet"y son jóvenes de entre 16 y 24 años que no reciben ni educación, ni empleo y formación.
A finales de 2011, las cifras que se refería a este sector de la población alcanzaron el nivel récord de 1.163.000. En otras palabras, uno de cada cinco jóvenes pertenecía a este grupo, 137.000 más en comparación con el año anterior. Se trataba del nivel más alto desde comenzaron los registros en el año 2000. En el último trimestre de 2012, desde que se habían implantado dichas medidas, el Ejecutivo asegura que el número de "neet"se ha reducido en 64.000. Los jóvenes entre los 16 y a 18 años que no estudian ni trabajan alcanzan los 153.000, la cifra más baja de la última década. Según el ministerio de Trabajo, más de 500.000 personas comenzaron con el aprendizaje en una empresa entre 2011 y 2012, un aumento del 14%. A día de hoy, la tasa de desempleo en las islas es del 7,8 %, de la cual, el 20,7% es de jóvenes de entre 16 y 24 años. Por su parte, un estudio realizado por la Fundación del Trabajo señaló que el desempleo juvenil había crecido en el Reino Unido desde 2008 hasta 2011, un 35 % -hasta 916.000 personas-, es decir, más que en cualquier otro país del G8 (grupo de las mayores economías) y solo tenía por delante a España y Grecia en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta cifra contrasta con un incremento del 15 % de media en el G8, donde se inscriben, además del Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos.
De estos países, apunta el estudio, Alemania, Rusia y Japón han visto descender en este periodo el número de jóvenes desempleados. El crecimiento del desempleo juvenil en Gran Bretaña es superior también a las medias de la Unión Europea y la OCDE, donde este país se sitúa en tercera posición por detrás de España y Grecia y delante de Irlanda, Suecia y Portugal, según un gráfico incluido en el informe que evalúa el periodo de 2001 a 2011.
La autora del estudio, Lizzie Crowley, declaró que el aumento del paro en el Reino Unido no puede atribuirse solo a la crisis, ya que otros países también afectados han salido mejor parados. "En otras naciones desarrolladas, el desempleo juvenil se ha mantenido bajo pese a la crisis económica mundial", manifestó la experta, quien añadió que en este país en cambio "ha crecido a un ritmo superior durante la recesión que las medias europea y de la OCDE", informa C. Maza.
Alemania: formación y aprendizaje remunerado
Alemania disfruta de una tasa de desempleo juvenil del 7,5% (la menor de la Unión Europea), gracias a un sistema que reserva la mitad del tiempo de estudios a las prácticas, a veces remuneradas, en empresas. La formación profesional dual en Alemania, donde están reconocidas unas 350 titulaciones profesionales, combina la capacitación teórica con la formación directa, específica y remunerada en centros de trabajo. Durante los entre dos y tres años y medio que duran estos ciclos formativos, el estudiante acude tres o cuatro días por semana a trabajar a una empresa y tan sólo uno o dos días por semana a su centro de estudios. Más de 500.000 compañías (en su mayoría pymes) participan en este modelo, en el que el Estado alemán asume el coste de la formación teórica. Casi la mitad de los jóvenes alemanes opta por la formación profesional tras la educación obligatoria, frente a las altas tasas de universitarios de otros países europeos como España. Algunos expertos consideran que este modelo deja escaso margen al reciclaje.
Francia: ayudas al binomio «aprendiz-veterano»
La lucha contra el paro se ha convertido en el caballo de batalla de François Hollande. Y el desempleo juvenil, en el principal de sus desvelos. Tras veintitrés meses consecutivos de subida, Francia ha vuelto a niveles de 1997 con más de 3,2 millones de parados, un 10,2 % de la población activa. Pero más grave aún, en sólo un año la tasa de desempleo entre los menores de 25 años ha aumentado un 9,6%, situándose en el 25,7% según los últimos datos oficiales, y se ha incrementado un 16,8% entre los mayores de 50.
Casi dos millones de franceses entre 15 y 29 años forman parte de ese segmento conocido como "ni-ni", ni trabajan, ni estudian ni disfrutan de una formación y 900.000 de ellos han abandonado ya toda búsqueda laboral, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). De ahí que, desde su llegada al Elíseo, hace ahora un año, el gobernante socialista hiciera de la juventud una prioridad. "Todas mis políticas tendrán en cuenta y estarán dirigidas a los jóvenes", dijo por entonces el aún candidato presidencial, que, en su programa, llevaba dos proposiciones para atajar la sangría del paro juvenil: los "empleos de futuro"y el "contrato de generación".
En ambos casos se trata de dispositivos financiados con presupuestos públicos pero con el objetivo que una vez finalizado el plazo de ayuda los contratos den lugar a puestos fijos. Los llamados "empleos de futuro", que entraron en vigor en noviembre 2012, están dirigidos a jóvenes entre 16 y 25 años de zonas urbanas y rurales más castigadas por el desempleo así como a los territorios ultramarinos. También a trabajadores de menos de 30 años con alguna discapacidad, en dificultades y poco cualificados.
La ayuda del Estado cubre el 75 % del sueldo bruto – teniendo como base el salario mínimo interprofesional – durante un máximo de tres años en sectores no comerciales de actividades en desarrollo o de especial utilidad social o medioambiental (rama ecológica y digital, sector social, turismo, animación y servicios a la persona). La subvención se reduce al 35 % para empleos en sectores comerciales. Además, las regiones podrán disponer de una partida suplementaria de 30 millones de euros, de un total de 180 millones, para desarrollar misiones de tipo local.
El Gobierno galo espera haber cerrado 100.000 empleos de este tipo – con contratos indefinidos, o a tiempo parcial – a finales de este año. De momento, se han firmado ya 10.000, según el ministerio de Trabajo donde se reconocen ciertas dificultades para encontrar empresarios dispuestos a dar oportunidades a jóvenes con poca experiencia y cualificación baja.
El "contrato de generación", en vigor desde el mes de marzo, tiene como objetivo la inserción de un joven (de menos de 26 años) al mercado laboral, con un contrato indefinido, y el mantenimiento de un trabajador senior (más de 57) en una misma empresa. Ambos formarían un binomio en el que el veterano transmitiría su experiencia al recién llegado. La ayuda estatal asciende a 4.000 euros (2.000 por cada uno) por un máximo de tres años y es automática para las empresas de menos de 50 empleados. Para las demás, hasta 300 trabajadores, la subvención está condicionada a la firma de un acuerdo sobre la situación de los jóvenes y mayores en la empresa. En las grandes sociedades, dicha negociación es obligatoria, según la ley, aunque sin derecho a ayudas financieras públicas. El Ejecutivo espera crear 500.000 "contratos de generación"en los próximos años con un coste progresivo que llegará a 900 millones de euros en 2016, informa Á. del Río.
Estados Unidos: Becas y programas con empresas
Es la segunda parte de la historia del desempleo en Estados Unidos: El paro juvenil. En Estados Unidos, la tasa de las personas sin trabajo entre 16 y 24 años de edad es del 16,2 por ciento. Más del doble que la nacional, que se encuentra al 7,5 por ciento, según los últimos datos del departamento de Trabajo del mes de abril.
En declaraciones a medios locales, el presidente de la Generación Oportunidad, un grupo de investigación de la capital de Washington, Evan Feinberg, recuerda que "en una económica dinámica, la gente joven encuentra trabajo. En una economía estancada, la gente joven es la que peor lo pasa", analiza en referencia a los "Milenios", que son los que tienen entre 18 y 29 años. Como ejemplo, antes del derrumbamiento del banco Lehman Brother´s en septiembre de 2008, el fundador de la red social Facebook, Marck Zuckerberg, fue capaz de proporcionar un torrente de empleos dentro y en la periferia de ese sector. Pero, en la actualidad, ese crecimiento se ha parado. "En una economía dinámica, había sed de estas nuevas oportunidades. Pero, ahora no existen", repite Feinberg.
De esta forma, se quedan cortos los programas del gobierno orientados a los jóvenes para ayudarles en su transición a la vida adulta. Entre los mismos, destacan el programa Aprendizaje, el Cuerpo de Empleo, las becas discrecionales para jóvenes con problemas de inserción social o las becas para jóvenes que viven en localidades con alta tasa de desempleo.
El plan Aprendizaje está destinado para jóvenes estudiantes. La edad mínima para poder beneficiarse de este plan es de 16 años. Sólo podrán acogerse al mismo los solicitantes que estén matriculados en alguna escuela o universidad y cumplan con los requisitos, generalmente de profesionales cualificados, que se pide en cada empresa. En su mayoría, el gobierno de Estados Unidos trabaja con empresas del sector de la construcción, manufacturación, telecomunicaciones, textil, tecnológico, sanitario y militar, entre otros.
El Cuerpo de Empleo es el programa más grande de Estados Unidos para jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, que vengan de hogares con bajos ingresos. Empresas privadas, agencias federales y sindicatos se sirven de esta iniciativa para formar a los nuevos trabajadores y, posteriormente, contratarles.
Las becas discrecionales son para jóvenes que tienen ya un historial criminal, viven en zonas de alta concentración de pobreza o en casas de acogida.
También, se encuentran las becas para personas con edades comprendidas entre los 14 y 21 años, que viven en pequeñas comunidades. Los fondos se destinan en función del número de desempleados que tienen los diferentes estados en zonas ya de por sí con un alto índice de desempleo.
Todavía así, a juzgar por el índice de desempleo total en Estados Unidos, todos los esfuerzos del gobierno han dado pocos frutos. Sobre todo si se tiene en cuenta que en total hay alrededor de 11.7 millones de personas que no tienen trabajo en Estados Unidos. Pero, también hay alrededor de cinco millones de vacantes laborales, que no se van a ocupar porque en las empresas no se encuentra a nadie que cumpla los requisitos con las cualificaciones que buscan, informa M. Torres.
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