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El Ejército del Aire despide a su último Boeing 707
Con su baja, las Fuerzas Armadas ven mermada la capacidad de reabastecimiento en vuelo
En un acto en la pista de la base, el jefe del 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, ha recordado la versatilidad de este avión y su importante papel.
A las 13:45 horas de esta mañana, el último Boeing 707 que quedaba en activo en el Ejército del Aire ha aterrizado por última vez en la madrileña base de Torrejón. Ha llegado escoltado por dos cazas F-18, que le han acompañado durante el vuelo como parte del acto de despedida que ha presidido el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general Francisco Javier García Arnáiz. Atrás quedan 28 años de servicio y más de 35.800 horas de vuelo realizadas por los cuatro 707 con los que contaba España. Un adiós que es algo más que una simple despedida a esta plataforma, sino que supone la pérdida de una importante capacidad: la de reabastecimiento en vuelo, pues a partir de ahora únicamente los Hércules podrán llevar a cabo estas tareas a la espera de que llegue un nuevo avión. Y el Ejército del Aire lo tiene claro: quieren el Airbus A330 MRTT, que además de ejercer como “gasolinera flotante” también puede usarse para transporte, tanto de tropas como de autoridades.
En un sencillo acto en la pista de la base, el jefe del 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, coronel José Vicente Nieto, ha recordado ante sus efectivos la versatilidad de este avión y el importante papel desempeñado durante todos estos años. Tras un homenaje a los caídos, miembros de esta unidad han desfilado ante las autoridades y, acto seguido, el último 707 ha aterrizado junto a los dos aviones de combate. El último gesto de este acto de despedida, la aeronave, como es tradición, ha cruzado bajo los chorros de agua de los camiones de bomberos de la base, lo que ha puesto final a este simbólico adiós y a la vida activa de estos aviones.
La primera de las bajas tuvo lugar en diciembre de 2012, mientras que la segunda no llegó hasta julio de 2014. En marzo de 2015 fue la siguiente despedida, a la que ha seguido la de hoy.
A partir de ahora, la prioridad del Ejército del Aire (lo es desde hace varios años) es la de mejorar la capacidad de reabastecimiento en vuelo, que ahora queda en manos de los Hércules. Tanto el JEMA como el propio ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, han apuntado en numerosas ocasiones la necesidad de adquirir un avión que conjugue tanto el reabastecimiento como el transporte de personal y autoridades. Este último punto surgió tras las averías que sufrieron entre 2013 y 204 los A310 en los que actualmente viajan tanto los miembros del Gobierno como de la Casa Real. De esta forma, en el caso de que se produjese alguna avería o imprevisto en los A310, podrían utilizarse para este fin. El A330 MRTT es, para el Ejército del Aire, la mejor opción y esencial para la flota actual.
Los dos primeros 707 llegaron al 45 Grupo de Fuerzas Aéreas (más tarde pasarían al 47) entre 1988 y 1989 para llevar a cabo principalmente misiones de transporte de personalidades y tropas, aunque contaban con la capacidad de reabastecimiento y evacuación médica. El tercero llegó en 1990 y hubo que esperar hasta 1995 para que llegase el cuarto, destinado a la guerra electrónica. Durante todo este tiempo, estos aviones han transportado a más de 200.000 pasajeros, más de 2.000 toneladas de carga y han llevado a cabo cerca de 1000 misiones de reabastecimiento. Además, han sido proyectados en numerosas operaciones en el exterior o han participado en misiones de ayuda humanitaria: Guinea Ecuatorial, Golfo Pérsico, El Salvador, Afganistán, Líbano, Irak, Yibuti, Haití, Nepal... Y fueron los elegidos para repatriar a ciudadanos españoles de países como Argelia, Kosovo, Tailandia o a las tripulaciones de los pesqueros secuestrados “Alakrana” y “Playa de Bakio”.
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