Parlamento Europeo

Rajoy no firmará el pacto de refugiados sin consenso

Desde Moncloa advierten de que buscarán el acuerdo con los demás grupos y no implicarán a España en decisiones comunitarias sin apoyo

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoylarazon

Desde Moncloa advierten de que buscarán el acuerdo con los demás grupos y no implicarán a España en decisiones comunitarias sin apoyo

El Gobierno quiere acudir al Consejo Europeo con una posición consensuada con los grupos parlamentarios españoles sobre el pre acuerdo de la Unión Europea con Turquía y sobre la crisis de los refugiados. Desde Moncloa advierten de que aún no hay un pacto cerrado, y que los jefes de Estado y de Gobierno sólo acordaron el martes pasado abrir un periodo de negociación con el Ejecutivo turco. Una precisión con la que responden a la decisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de desmarcarse de una negociación con Ankara sobre la base de que las autoridades de este país puedan retener en sus fronteras a los huidos de Siria a cambio de dinero y de que se facilite su integración en la UE. El Gobierno recoge el guante y anticipa que no aceptarán que el sistema consista, tal y como se ha planteado inicialmente, en la «devolución en caliente» de los refugiados que cruzan las fronteras comunitarias. Y aclara también que Bruselas sabe que el Gobierno español está en funciones y que, en consecuencia, no puede suscribir un acuerdo si no hay «consenso político» con las demás fuerzas. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se implicará personalmente en la negociación con los demás partidos. La clave es, sobre todo, la posición de los socialistas, a los que desde Moncloa reclaman responsabilidad y respeto para la proposición de ley que el propio PSOE presentó en octubre en el Parlamento español, y en la que se abogaba por que todos los partidos se comprometieran a trabajar juntos y eliminaran el problema de los refugiados de la agenda partidista.

La decisión del Gobierno de no someterse al control parlamentario, sustentada en un informe jurídico que avala que no debe hacerlo porque cesó el 20 de diciembre y no cuenta con la confianza de la Cámara, ha dado lugar a que se interpretara que tampoco rendiría cuentas en cuestiones como la posición de España en las cumbres comunitarias. Pero Moncloa aclaró ayer que su intención es la contraria. Así, aunque no haya aún un pacto cerrado en Bruselas, Moncloa confirmó que buscará el acuerdo con los demás grupos, y que no implicará a España en ninguna decisión comunitaria que no cuente con el apoyo del Congreso de los Diputados.

Este acuerdo parlamentario es conveniente, al afectar a un asunto de Estado, pero lo hace aún más necesario el hecho de que el Gobierno esté en funciones, y que la posición de España comprometa en todo caso al nuevo Ejecutivo. Según explicó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras la celebración del Consejo de Asuntos Generales del lunes en Bruselas, comparecerá en la Cámara Baja el ministro de Asuntos Exteriores o el secretario de Estado del ramo, igual que con la cumbre europea en la que se negociaron las concesiones al Reino Unido para evitar el «Brexit». Hay cumbre europea el jueves de la semana que viene.

Sáenz de Santamaría subrayó que queda trabajo por hacer en la Unión Europea y en los propios Estados, y que la intención de Rajoy es trabajar en el camino para conseguir el consenso. Pero también defendió que las comparecencias del Gobierno en el Congreso tienen que ser mínimas porque «ya no tiene capacidad para hacer política». «Las Cámaras no pueden mandatar a un Gobierno en funciones, y tampoco pueden controlarlo. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo», concluyó.