El desafío independentista
El Govern congela el adelanto de las elecciones catalanas
Recuerda ahora que los comicios tocan en 2016 y obvia su minoría parlamentaria
«El calendario de este Gobierno es que las elecciones tocan en 2016». Lo dijo ayer el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, en repetidas ocasiones a lo largo de la comparecencia que cada martes ofrece para dar parte de los acuerdos del Consell Executiu. Ningún asunto suscitaba tanta expectación como el adelanto electoral, pero Homs se encargó de congelarlo.
Igual que los muñecos que hablan, que renuevan su repertorio de frases con la llegada de la Navidad, Homs reiteró insistentemente que el Gobierno catalán trabaja con la idea de agotar la legislatura.
Después de que los partidos soberanistas desestimaran la propuesta de Artur Mas de forjar una candidatura unitaria para concurrir en unas elecciones que puedan leerse en clave plebiscitaria, el Govern ha corregido su discurso porque no halla aliados para convertir los comicios en un referéndum de facto.
Ahora dice que «las elecciones tocan en 2016», aunque no niega que su objetivo sigue siendo el de hacer una consulta soberanista. Para convertir unas eventuales elecciones en plebiscitarias, CDC y ERC deben llegar a un acuerdo. Mas proponía una lista unitaria para que el resultado pueda ser interpretado de manera nítida y clara a nivel internacional.
Pero el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que tiene una entrevista pendiente con Mas, insiste en listas separadas para luego formar un gobierno de concentración si la aritmética parlamentaria lo permite.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, las entidades que propulsaron el simulacro de consulta el 9-N, presionan a ambos para que lleguen a un acuerdo. Las dos comparten con Junqueras que hay que adelantar elecciones.
Esquerra habló este fin de semana de celebrar las autonómicas como máximo en marzo. Pero para ello, Mas y Junqueras deberían llegar a un acuerdo en Navidad. Y aunque esta semana el president de la Generalitat tiene previsto iniciar una ronda de contactos con diversos líderes parlamentarios, Homs auguró que «ni en los próximos días ni en las próximas semanas habrá muchas novedades». De esta manera, también trató de quitarse de encima la presión de los medios de comunicación.
Ni Mas ni Junqueras quieren asumir el desgaste de no llegar a un acuerdo, más cuando se lo piden la ANC, Òmnium e incluso Joan Rigol, presidente de la Plataforma Nacional por el Derecho a Decidir.
Pero el portavoz del Gobierno catalán alega que estas decisiones –de adelantar elecciones–, deben tomarse con «tranquilidad».
Homs prevé que habrá novedades «en torno a la Navidad», sin concretar si será antes del 25 de diciembre o después de comer los canelones.
Aunque el Govern trabaja ahora con la idea de que avanzará elecciones sólo si se cumple la condición de Mas de que se halle una fórmula que sirva para celebrar el referéndum que no permitió Rajoy, CiU va a tener graves dificultades para agotar la legislatura.
La principal complicación que tiene es la de sacar adelante los presupuestos de 2015. Esquerra no está por la labor de apoyar las cuentas que Andreu Mas-Colell y, de hecho, amaga con presentar una enmienda a la totalidad, tal y como ya han hecho PSC, PP, ICV y Ciutadans. Pese a las dificultades, Homs pronosticó que la resolución de los Presupuestos se producirá «en el último minuto».
De camino al abismo: sin presupuestos
Aunque todo apunta, por el momento, a que el Gobierno de Artur Mas será incapaz de hallar aliados para aprobar los presupuestos de 2015, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, previó ayer un desenlace «en el último minuto». El Parlament ha programado el 4 de febrero para aprobar las cuentas, pero no se vislumbran los aliados.
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