El pasado de Amy Martin

Al PSOE se le cayeron ayer los palos del sombrajo, se le cayó la web de la Fundación Ideas, enmudeció su ya ex director @Carlos_Mulas y se volatilizó su columnista de cabecera, Amy Martin. Cualquiera tiene una mala tarde. Un silencio que no tardaron en llenar hordas de divertidos tuiteros empeñados en averiguar quién era la columnista mejor pagada del mundo de los amigos invisibles. «El jefe de policía de Marinaleda», @DavidJotxi; una trabajadora del instituto Nóos, @dottorealeman; la que «conducía el coche de los servicios secretos cubanos que provocó el accidente de Carromero», @The_Gabrich; o, más probablemente, «los padres», zanjó @JuanCarlos_Rico. «Quiero desmentir desde mi Twitter las afirmaciones de @elmundoes: no soy una identidad falsa, sino una persona de carne y hueso», se defendió a sí misma @AmyMartin_Ideas, meta-fake del trasunto femenino de Mulas. Claro que no sólo él tiene un pasado. También Amy Martin, desde su inexistencia, lo tiene. Antes de ser conocida como generadora de ideas socialistas, en 2011 firmó una colaboración en el diario Público. «Al Qaeda y el hambre en Somalia» era su título, acorde con la categoría de quien la web del periódico presentaba como «Escritora y analista política». En efecto, aquí no cabe un tonto más, aunque la cosa vaya de listos. Y como se enteren en Europa, advierte @vallejocham, «nos cierran el país». Que apague el último.