Política

El desafío independentista

El PNV se suma al órdago de Mas: «Euskadi será una nación europea»

Ortuzar, presidente de la formación jeltzale, aboga por el «derecho a decidir»

El PNV se suma al órdago de Mas: «Euskadi será una nación europea»
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En las campas de Foronda, donde el PNV celebró ayer su fiesta anual, no se oyó ni una sola referencia a la «consulta» que figura en el programa electoral con el que el PNV recuperó hace un año la presidencia del Gobierno vasco, pero Andoni Ortuzar dejó claro que comparte el «objetivo» de Artur Mas. «Queremos sentirnos también catalanes; dos naciones diferentes, dos caminos diferentes, pero un mismo objetivo: que podamos decidir libremente nuestro futuro», dijo en el escenario en el que el año pasado quien intervino como máximo responsable del partido fue el hoy lendakari, Iñigo Urkullu.

Recuperando el doble discurso que tanto ha usado el PNV a lo largo de su historia, ayer Andoni Ortuzar se centró en las reivindicaciones soberanistas, mientras Iñigo Urkullu dedicaba la mayor parte de su intervención a cuestiones más pragmáticas, como la salida de la crisis. «En Euskadi, como en Cataluña, hay una sociedad que quiere ejercer un derecho básico, fundamental, su derecho a decidir, su derecho a decidir su destino, su derecho a ser lo que los ciudadanos quieran ser», dijo Ortuzar, quien no dudó en apuntar que Euskadi «será una nación europea». «Europa es nuestra casa y nunca nadie hará que dejemos de ser europeos», dijo, mientras Urkullu consideraba que «el empleo es lo primero».

A pesar de la diferencia entre los contenidos de las intervenciones del presidente del PNV y del lendakari, los mensajes de fondo fueron uniformes. Atrás quedan los tiempos en los que las dos almas del PNV vivían enfrentadas. La sintonía es total entre Ortuzar y Urkullu, mientras el partido reserva asientos en la primera fila del escenario del Alderdi Eguna a Joseba Egibar y Juan José Ibarretxe, integrando a quienes en otros tiempos no estuvieron en sintonía con el tándem Ortuzar-Urkullu. A Xabier Arzallus, quien desde que dejó la presidencia del partido rechazó esos asientos de primera fila, no se le vio entre las decenas de miles de afiliados que acuden cada año a Foronda. Tal vez el ictus que sufrió en primavera le impidió acudir o dejarse ver.

Entre el mensaje soberanista –«el PNV tiene claro su destino: la nación vasca» (Ortuzar)– y el pragmático –«superar la crisis es un objetivo nacional» (Urkullu)– no hubo contradicciones, especialmente a la hora de reclamar a ETA el desarme y de criticar a la izquierda abertzale. «Ahora salen los de Bildu con la vía vasca. ¡Hace falta tener cada dura! Nos hablan de vía vasca los que se han opuesto a todas las vías, autovías y autopistas de este país. Los que no han parado de meter palos salen ahora como si hubieran inventado la rueda. Que ETA se desarme cuanto antes y ante este pueblo, al que tanto ha hecho sufrir. Que lo den bajo la tutela de los verificadores o con quien quieran, primero el desarme, después lo demás», dijo Ortuzar, aclarando que el PNV «trabaja para asentar la paz de forma definitiva y cuanto antes, con discreción, como siempre y con dialogo».

En la misma línea, el lendakari señaló que «es responsabilidad de ETA iniciar el proceso de desarme y final definitivo», al tiempo que reclamaba al Gobierno español la modificación de la política penitenciaria. Entre ambas responsabilidades, el papel que el lendakari se adjudica en el proceso para el final definitivo de ETA es «impulsar el proceso de normalización social de la convivencia».