Encuesta electoral
El PP, a la conquista de los jóvenes
El electorado del PP procede de todas las capas sociales, pero mayoritariamente de las clases populares y medias, en donde entra en competición directa con los socialistas.
El electorado del PP procede de todas las capas sociales, pero mayoritariamente de las clases populares y medias, en donde entra en competición directa con los socialistas; trabajadores cualificados o no, parados, autónomos, agricultores, amas de casa y jubilados constituyen sus mayores apoyos. Mientras que las dos opciones más votadas por las clases altas y medio-altas son Ciudadanos y Podemos. Son datos recientes del CIS, del estudio publicado en mayo.
El PP ha sido muy vulnerable a la crisis catalana. Desde el verano de 2017 el Partido Popular comenzó un lento declive que mes a mes se constataba en las encuestas y de forma simultánea Ciudadanos recogía el voto que perdía el PP y se fortalecía. La crisis catalana empezaba a tomar un cariz preocupante, entre junio y julio, Puigdemont encara la recta final hacia el referéndum ilegal del 1 de octubre y escenifica el enfrentamiento con el Estado. En septiembre burlará al Parlament; en octubre, el choque y el intento de proclamación de independencia y la respuesta del Estado con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y en diciembre las elecciones autonómicas anticipadas.
La crónica de este segundo semestre de 2017 fue de un elevado precio electoral para el Partido Popular, en contraste con el primes semestre, en el que los populares se movían en una media del 36,7% del voto válido, finalizan el año con el 30%. La rebelión en Cataluña les costó 6,7 puntos. Mientras que el gran beneficiado fue Ciudadanos, que pasó del 11,8% de promedio de voto en el primer semestre al 18,8% al cerrar 2018, con lo que obtuvo en estos seis tensos meses un beneficio de 7 puntos. Prácticamente lo que perdió el PP.
Pero en los meses transcurridos de 2018, la bajada electoral del PP se ha mantenido constante, acumulando hasta mayo otros 4,6 puntos de caída, al tiempo que Cs aumentaba en 5,6 puntos. Dándose una situación próxima al empate entre las dos formaciones del centro-derecha: 25,6% para el PP y 24,4% para Cs. Nunca habían estado tan cerca ambas formaciones políticas.
El centro derecha se ha mantenido a lo largo de 2017 en el 48,6% del voto y en lo que llevamos de 2018 ha incrementado su peso hasta registrar una media del 50,2% del total del electorado español. De ahí el interés de dividir al electorado a la izquierda del PSOE.
El centro derecha se ha dividido en dos como consecuencia de la crisis catalana. Una vez que el PP ya no está en el Gobierno, que ha sido relevado por el PSOE, es el momento en el que empezarán a darse las circunstancias objetivas para la remontada de los populares y que será a costa de Cs. El PP dejará de reflejar el desgaste que ha supuesto soportar en el Gobierno las provocaciones de los separatistas estando atado de pies y manos por el estado de Derecho. Un nuevo liderazgo propiciado por la renuncia anunciada por Rajoy marcará un nuevo punto de partida. Su objetivo aglutinar a la derecha y al centro derecha bajo la marca PP, para con la ayuda auxiliar de CS, desalojar a la izquierda de alcaldías y autonomías en el plazo de un año.
Otra tarea pendiente para el centro derecha que lidera el PP es conquistar al electorado más joven y menos ideologizado. El programa clásico del centro derecha no es suficiente para llamar su atención, éstos nacieron en la España democrática que alumbró la Constitución de 1978 y mayoritariamente se sienten españoles y europeos. Es necesario concebir un proyecto ilusionante de España y de Europa para sumarlos a la causa y una oportunidad de aproximación a los jóvenes se puede dar en el próximo Congreso Extraordinario del PP, con la transparencia como norma, la democratización interna, y en los modos y forma para la elección del nuevo presidente popular.
Para ello sería muy conveniente que el nuevo líder rompiera con el escalafón de mando dentro del partido y no hubiese ocupado cargos en el gobierno anterior para desligarlo por completo con el fiasco catalán. El mejor posicionado para ello sería sin duda Alberto Núñez Feijóo, el único de los actuales presidentes autonómicos populares que ganó las elecciones por mayoría absoluta.
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