El PP pide no dar subvenciones a partidos que alienten la violencia

Casado compara los incidentes con la «kale borroka» y Rivera habla de «territorio sin ley».

PP y Ciudadanos reaccionaron ayer a los incidentes con motivo del aniversario del 1-O elevando a su vez la presión sobre el Gobierno para que active el artículo 155 de la Constitución. El diálogo entre los partidos constitucionalistas está completamente roto desde la moción de censura y el apoyo que el PSOE recibió de los partidos independentistas para llegar a La Moncloa, lo que estrecha aún más el margen para que no haya ningún tipo de entendimiento.

En este contexto, el presidente del PP, Pablo Casado, avanzó su intención de promover cambios legislativos con el objetivo de que los partidos que promuevan o respalden actos de violencia o que inciten la confrontación civil dejen de percibir dinero público a través de subvenciones. A su juicio, «no es admisible que la CUP, ERC o el PDeCAT no estén condenando» las «agresiones intolerables». La propuesta del líder popular iría encaminada a sancionar, a través de una reforma de la Ley de Financiación de Partidos, a aquellas formaciones que se muestren cómplices con actos violentos o desórdenes públicos como los que se vivieron ayer en varios puntos de Cataluña con motivo de los homenajes al referéndum ilegal de hace un año. No se trataría, por tanto, de impulsar la ilegalización de estos partidos pero sí de cortar el grifo de la financiación pública.

Casado insistió además en que Sánchez ya no tiene «excusa» para no activar el artículo 155 después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, haya alentado la «kale borroka» de los Comités de Defensa de la República. A su entender, si no lo hace debe convocar elecciones, ya que si no será «cómplice de los golpistas» y quedará «inhabilitado» para gobernar España. Casado se refirió así al hecho de que Torra reivindicara el referéndum del 1 de octubre celebrado hace un año y haya dedicado unas palabras a los CDR, a los que les dijo: «Apretad, hacéis bien en apretar».

Ciudadanos también movió ficha con la petición de comparecencia del presidente del Gobierno en un Pleno extraordinario en el Congreso para que aclare la situación «extraordinaria» en la que se encuentra Cataluña. Cs necesitaría el apoyo de otro grupo parlamentario o 70 diputados, aunque si no logran los apoyos para forzar su comparecencia defenderán que el Congreso acoja un pleno monográfico sobre la situación de Cataluña. Albert Rivera señaló que Sánchez debe explicar «si está del lado de los separatistas o de los constitucionalistas». «La situación es insostenible», indicó.

Tanto PP como Cs creen que la situación ha empeorado en el último año. De «caótica» y «territorio sin ley» la calificó Rivera. Mientras que desde la dirección popular denuncian Torra, sigue «incumpliendo» con sus obligaciones como presidente de todos los catalanes y está alentando el conflicto y el enfrentamiento social. El error está en el pacto de Sánchez con los «que quieren romper España». Ciudadanos también registró una petición de comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en comisión para que explique por qué no se ha impedido el «asalto» en Gerona a la Delegación de la Generalitat.