Caso ERE
El PSOE alega la falta de imputación para retrasar la expulsión de Chaves y Griñán
Contrasta con la baja fulminante del partido de los usuarios de las tarjetas «black».
La apertura de la causa contra Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el Tribunal Supremo fue recibida ayer por el PSOE más como una oportunidad de redención que como un varapalo judicial. La declaración ante el juez de los ex presidentes de la Junta de Andalucía, por el principal escándalo de corrupción que amenaza los cimientos de Ferraz, es considerada por la dirección como «un paso esencial» para que el «caso de los ERE» se esclarezca.
El argumento esgrimido por el PSOE para no adoptar, por el momento, medidas drásticas –como la expulsión del partido– para los «afectados» es que «en el auto no hay ninguna imputación». Esta cautela contrasta con la expulsión fulminante de los usuarios de las tarjetas «black» de la formación, a los que se dio de baja cautelar sin ni siquiera escucharlos. Posteriormente sí pudieron explicarse, aunque ningún argumento convenció a la dirección y la expulsión devino definitiva.
Especialmente contundente –y de ello hacen gala– fue también la reacción del PSOE con el ex alcalde de Parla, José María Fraile, tras su detención en el seno de la «operación Púnica». Después de cursar su baja de militancia, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, declaró: «Preferimos pecar por exceso que por defecto». Ahora, cuando se trata del todopoderoso feudo andaluz parece que prima el defecto.
Más difícil es la situación para Susana Díaz, quien hace unos días se jactaba de que cualquier persona imputada por el Tribunal Supremo iba a tener que dejar el escaño. Ayer, la presidenta de la Junta de Andalucía volvió a reiterar su confianza en la «honestidad y honradez» de Chaves y Griñán, al tiempo que señalaba que no le «temblará el pulso» si finalmente son imputados. «Seré la primera en pedirles que abandonen el escaño», insistió.
El líder del PSOE, por su parte, evitó –como en el mitin que compartió con Díaz en Sevilla– entrar a valorar la honestidad de los llamados ante el Supremo. No puso por ellos la mano en el fuego, aunque sí lo hizo «por la presunción de inocencia de todas las personas implicadas en investigaciones judiciales».
Sánchez, que siempre ha defendido la expulsión del partido de los implicados en casos de corrupción «se llamen como se llamen», señaló ayer que el PSOE «actuará en consecuencia» con las decisiones judiciales. «Lógicamente, en función de cuál sea el desarrollo de la investigación judicial, el PSOE tomará sus propias decisiones, que saben –porque nos hemos caracterizado por ello– que son contundentes, pero contundentes dentro del máximo respeto a un principio esencial en democracia, que es la presunción de inocencia», destacó.
«En consecuencia, lo que tenemos que hacer es: primero, dejar que la Justicia actúe; segundo, esperar a que la Justicia esclarezca definitivamente este caso y tercero, esperar a que tanto Chaves como Griñán comparezcan en los tribunales, lo que han dicho que harían hace meses de manera voluntaria, para aportar su opinión ante la investigación», destacó el líder del PSOE.
Tras conocer que el Alto Tribunal había abierto causa contra ellos, los diputados Manuel Chaves, Gaspar Zarrías y José Antonio Viera y los senadores José Antonio Griñán y Mar Moreno anunciaron en un comunicado que «se personarán de forma inmediata» y que «van a solicitar su declaración ante el juez instructor de forma voluntaria lo antes posible».
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