Crisis en el PSOE
El PSOE tendría menos diputados que Podemos si expulsa a los díscolos
Si el partido los envía al Grupo Mixto cederían la hegemonía de la oposición a Iglesias.
Si el partido los envía al Grupo Mixto cederían la hegemonía de la oposición a Iglesias.
La rebelión del «no» está lejos de apaciguarse. El conato –hasta ahora aislado– de diputados que se mantenían en la negativa a Mariano Rajoy, a pesar de la resolución aprobada por el Comité Federal que ordena la abstención, ha sumado adeptos en las últimas horas. La consigna: «Cuantos más seamos, menos margen de maniobra tendrán para actuar contra nosotros». Y no se equivocan. La opción de la expulsión del Grupo Parlamentario, que recogen los estatutos para quienes no respeten la unidad de actuación y la disciplina de voto a la que están sujetos los diputados, resulta ciertamente inoperante con la calculadora en la mano. Al menos son 18 los parlamentarios socialistas decididos a mantener el veto al candidato popular en la segunda votación de su investidura, a los que se sumarían hasta cuatro afines a Pedro Sánchez que sopesan volver al «no», tras anunciar que acatarían la disciplina de voto, por «el tono amenazante que está empleando la gestora». Con 84 escaños –el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, anunció que se mantendrá en el «no»–, los socialistas no pueden permitirse enviar al Grupo Mixto semejante número de actas, porque cederían la hegemonía como principal partido de la oposición a Podemos. Si al menos 18 diputados abandonan el PSOE, el Grupo Socialista pasaría a estar compuesto por 66 parlamentarios, uno menos de los 67 que tiene la formación liderada por Pablo Iglesias. Unidos Podemos obtuvo 71 escaños el 26-J, pero Compromís (4) decidió integrarse en el Grupo Mixto. Al perjuicio simbólico de dejar de liderar la oposición, se suma el parlamentario: se verían desplazados de su lugar en el hemiciclo y en los turnos de debate.
A los siete diputados del PSC se suman los dos de Baleares, dos de Galicia (Pilar Cancela y Rocío de Frutos), dos de Castilla y León (Mari Luz Martínez Seijo y Mar Rominguera sopesan pasar al «no») y parlamentarios a título individual como Margarita Robles, Pedro Sánchez, Susana Sumelzo y Odón Elorza, a los que ayer se sumó Zaida Cantera. Además, del sector «pedrista» otros parlamentarios como César Luena, Adriana Lastra, María González Veracruz o José Luis Ábalos, que habían reconocido que cumplirían la disciplina de voto, barajan volver al «no». Aunque algunos de ellos reconocen haber recibido amenazas de la gestora, la dirección interina no tiene potestad para expulsarles y debe ser el Comité Federal quien proceda a darles de baja del partido. Esto no supone que dejen el acta, ya que esta es personal, lo que supondría su paso inmediato al Grupo Mixto. Más dudas despierta el caso de Margarita Robles y Zaida Cantera, que, al ser independientes y no pertenecer al partido, no pueden ser formalmente expulsadas por el Comité Federal. La gestora prefiere no hablar de expulsión por el momento y muestra su esperanza de que finalmente se acate la decisión del Comité Federal.
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