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El Rey bromea al salir del hospital: «Estoy muy mal, muy mal»

El Rey ha dejado hoy el hospital donde el jueves fue operado de la cadera, con buen aspecto y buen humor, hasta el punto de decir a los periodistas que se encontraba "muy mal, muy mal"cuando el parte médico confirma que ya tiene "autonomía suficiente para los movimientos cotidianos".

A poco más de cuatro días desde su ingreso en el Hospital Universitario Quirón para colocarle una prótesis definitiva en la cadera izquierda, el Monarca ha recibido el alta hospitalaria y afronta un proceso de rehabilitación en régimen ambulatorio, esto es, en el Palacio de la Zarzuela, que previsiblemente se prolongará hasta la primavera.

Tras haber anunciado el Príncipe, a primera hora de la mañana, que su padre recibiría hoy el alta, la gerente del hospital, Lucía Alonso, ha leído a mediodía un último parte repleto de datos positivos.

Además de constatar que el jefe del Estado ha completado "de forma muy satisfactoria"el postoperatorio, el informe señala que ha logrado "autonomía suficiente para los movimientos cotidianos"y que los resultados de las biopsias y cultivos microbiológicos "confirman la desaparición del proceso infeccioso de la cadera".

Fue esta infección la que obligó el 24 de septiembre a retirarle la prótesis de la cadera izquierda y reemplazarla por una provisional, sustituida el jueves pasado por otra definitiva.

De ambas operaciones se han encargado el cirujano Miguel Cabanela y su colaborador en la Clínica Mayo de Minnesota (EEUU), Robert Trousdale.

Apenas veinticinco minutos después de la lectura del parte de alta, el Rey ha abandonado el centro sanitario en un vehículo todoterreno, desde el que ha saludado con la mano a los numerosos periodistas apostados junto a la salida del garaje.

Además de decirles que esperaba que no hubieran pasado mucho frío, el Monarca les ha señalado que había ido "todo bien, fenomenal", y se ha permitido ironizar, con buen humor, cuando han insistido al preguntarle cómo se encontraba: "Muy mal, muy mal".

En Zarzuela le espera ahora un largo período de rehabilitación, con ejercicios que serán supervisados por el equipo dirigido por el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano.

Serán tres meses en los que primero podrá caminar apoyándose en dos muletas, después sólo con una y, finalmente, con un bastón.

El doctor Cabanela calculaba que en primavera ya no necesitará apoyos para andar y de hecho el mismo día de la operación confirmó que don Juan Carlos podrá presidir la celebración de la Pascua Militar, un acto que se celebra el 6 de enero en el Palacio Real.

Eso sí, el médico advirtió que para entonces sólo podrá permanecer de pie de media hora a una hora.

No habrá de pasar mucho tiempo más para que pueda hacer viajes de hasta dos horas, pero las visitas al extranjero están desaconsejadas porque, como en cualquier otra cirugía mayor "no es buena idea", según Cabanela, hacer un viaje en avión de más de ocho horas por los problemas circulatorios que origina permanecer mucho tiempo sentado.

Además de la Pascua Militar, en la agenda prevista para el jefe del Estado en las próximas semanas figura la toma de posesión en Zarzuela de los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el tradicional mensaje de Navidad del Monarca que se emite cada año el 24 de diciembre.

Durante el tiempo que ha permanecido hospitalizado, el Rey ha recibido, en diversos momentos, la visita de toda su familia: la Reina, los Príncipes de Asturias junto a sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, la infanta Elena con su hijo Juan Felipe Froilán y la infanta Cristina.

La única visita institucional ha sido la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que acudió a ver al Monarca el sábado pasado.