Madrid
«El Rey no busca ni decide quién es el presidente»
Zarzuela se desliga del debate por el nombramiento del candidato y asegura que «nadie les ha trasladado su malestar» por el mismo
Zarzuela se desliga del debate por el nombramiento del candidato y asegura que «nadie les ha trasladado su malestar» por el mismo
«El Rey ha cumplido la Constitución», es el leitmotiv de Zarzuela en cualquier conversación que aborde los dos nombramientos que ha hecho Felipe VI entre los candidatos que optan a la presidencia del Gobierno. En esta difícil e «interminable» carrera hasta La Moncloa, las estrategias de las formaciones para echar arena sobre el adversario son de toda índole, y en ellas se ha visto inmerso el Jefe del Estado. Ahora el juego consiste en aprovechar el rumor de que en el PP fluye cierto malestar por la decisión del Monarca de nombrar al líder socialista, Pedro Sánchez, y no aplazar el nombramiento del candidato para permitir más margen de maniobra a Rajoy de cara a intentar formar gobierno, algo que tanto PSOE, como C’s y Podemos, han aprovechado para arremeter contra la supuesta «utilización» de Don Felipe.
Mientras todo esto sucede, la Casa del Rey se mantiene fiel al guión de que en la dirección del dedo de Don Felipe ha primado la neutralidad política. El plan de imagen que Zarzuela quiere transmitir en este proceso es muy distinto al que siguió la Institución durante el reinado de Don Juan Carlos, en que a la Casa no le importaba hacer ver el papel activo del entonces Monarca en los momentos en que tuvo que arbitrar negociaciones políticas a lo largo de sus casi 40 años de reinado. Es más, si el Rey Emérito consiguió formar esa red de defensores que se autoproclamaban «juancarlistas», fue debido a esa sensación generalizada que transmitió de haber orquestado la Transición.
Ahora, la estrategia de la Casa es muy diferente: Don Felipe ha limitado su actuación a notario del Reino en las dos rondas de consultas. Ha escuchado a 15 líderes de los grupos con representación parlamentaria y ha nombrado candidato conforme éste se haya ofrecido y tenga posibilidades de formar gobierno. Incluso la puesta en escena, para demostrar que el Jefe del Estado no interfiere en la política, ha definido la línea a seguir desde el momento en que tras las reuniones en el Palacio, los políticos han explicado el contenido de las conversaciones en el Congreso, y no allí mismo, como sucedía antaño.
La decisión de Don Felipe a la hora de nombrar un candidato tras estas elecciones ha sido muy delicada por una sencilla razón: nunca en la historia de nuestra democracia un Rey –es decir, Don Juan Carlos– se vio en la tesitura de convocar dos rondas de encuentros, nombrar a un candidato y que éste declinase, y que el partido con más posibilidades de gobernar apenas sume 123 escaños. En este tablero con cuatro grandes partidos maniobrando, el Rey ha tenido que cuidarse mucho de parecer que podía inclinarse más hacia un partido que hacia otro. «El Rey propuso en primera instancia a Mariano Rajoy como representante de la lista más votada», explican fuentes de Zarzuela. «Pero él declinó y en la segunda ocasión ni siquiera se ofreció, sino que pidió que no se le nombrara porque no estaba en condiciones de articular una mayoría, así que nombró al siguiente candidato que sí solicitó ese nombramiento por verse en condiciones de poder formar gobierno: Pedro Sánchez». Y precisan con contundencia: «El Rey ni busca ni decide quién es el presidente, sino el Congreso». Desde el PP sí existe cierto descontento porque, efectivamente, Don Felipe cumplió la Constitución, el artículo 99 le exige nombrar un candidato: nuestra legislación actual no baraja la posibilidad de que no lo haga y que disuelva directamente las Cortes de cara a convocar nuevas elecciones. Pero sí podría haber aplazado esa designación, alegando que, tras la segunda serie de encuentros, ninguno de los aspirantes reúne los apoyos necesarios para ser investido. Esta decisión hubiera permitido a los populares un mayor margen de maniobra para conseguir, con PSOE y Ciudadanos, ese gran pacto de coalición por el que puja Mariano Rajoy desde los resultados electorales. «Aquí no nos consta que el partido ni nadie haya trasladado su malestar a esta Casa», señalan en Zarzuela, saliéndose así del debate político en el que Podemos y C’s han expresado la «gravedad» de la supuesta mediación del PP para que Don Felipe no propusiera ningún candidato.
Fuentes del entorno del Jefe del Estado aseguran que Don Felipe está preocupado por la situación que está viviendo el país, ya que los futuros pactos marcarán no sólo el devenir del país, sino también el de la Corona: hay un referéndum de la Constitución puesto sobre la mesa por parte de PSOE y Podemos, en el que se podría cuestionar el «lugar» de la Corona, y en las promesas electorales de este último partido entra convocar un referéndum por la independencia catalana, contrario al principio de la unidad de España que defiende la Corona.
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