El «rival» de Pablo Iglesias de los 27 votos

El abogado colombiano Argiro Giraldo, doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense y entusiasta «indignado» del 15-M en nuestro país, no ha tenido una vida fácil. A sus 64 años, ha escapado con vida de dos atentados. El 6 de mayo de 1999, al día siguiente de la muerte de su padre, su coche fue tiroteado en Medellín cuando se desplazaba de la Universidad Cooperativa de Colombia, donde impartía clases de Derecho Administrativo, al barrio de Belén. Resultó ileso de milagro. «Pensé que había sido un error –denunció en la sede de la Cuarta Brigada del Ejército– hasta que sentí los balazos dentro del carro». Temiendo por su vida, ese mismo día decidió trasladarse a vivir a España, a donde llegó hace casi 16 años. Se define como «un defensor de la vida, la libertad, la igualdad y la fraternidad humana», promotor de la conciudadanía «para todos los inmigrantes del mundo».En su país natal, Giraldo fue candidato de Alianza Democrática –el partido creado por el ex movimiento revolucionario M-19 tras su disolución y entrega de las armas en marzo de 1990– en las elecciones municipales de mayo de ese año, lo que le permitió convertirse en concejal en Envigado, localidad del departamento colombiano de Antioquía, donde llegó a ser rector de la universidad. En esas fechas participa, además, en la redacción del proyecto de Constitución de Colombia presentado por el Colegio de Altos Estudios Constitucionales de Quirama-Antioquía.En España tuvo que empezar de cero a la espera de conseguir la convalidación de su título de Derecho, que le permitiera ejercer la abogacía. Fue camarero en un restaurante italiano, jardinero, empleado de catering y responsable de uno de los primeros locutorios que se abrieron en Madrid.En diciembre de 2002, consiguió que la Universidad Carlos III le convalidara su título de Derecho. Especialista en Derecho Constitucional y Administrativo, su currículum incluye también una especialización en temas de extranjería, refugio y asilo y en Derecho Informático.Masón, viticultor y militante del 15-M y de Podemos –se presentó a secretario general y sólo consiguió 27 votos–, Giraldo formó parte del grupo de trabajo preconstituyente del movimiento de «indignados» que promovieron en 2011 la celebración de un plebiscito en paralelo a las elecciones generales del 20-N. En aquel entonces ya tenía claro que la reforma de la Constitución no podía salir del Congreso, legítimo representante de la ciudadanía, «que ha demostrado que es incapaz» y defendía la «ruptura democrática» para permitir a la ciudadanía participar «en el proceso de cambio».