Crisis económica
El soberanismo eleva el riesgo económico en Cataluña un 20%
Sociedad Civil Catalana crea un método para mostrar el impacto del proceso en la economía.
Sociedad Civil Catalana crea un método para mostrar el impacto del proceso en la economía. El desafío secesionista ha disparado un 20% en 2015 el riesgo político, económico y social de Cataluña.
La plataforma antisecesionista Sociedad Civil Catalana (SCC) presentó ayer en Madrid el Índice SCC de Riesgo Catalán, un registro de elaboración propia que recoge la relación entre la evolución de la incertidumbre generada por el movimiento independentista, existente desde hace años en Cataluña, con las decisiones de consumo e inversión de los agentes económicos en este territorio. Los resultados arrojados por el estudio no son baladíes: el desafío secesionista ha disparado un 20% en 2015 el riesgo político, económico y social de Cataluña.
El Índice SCC de Riesgo Catalán se ha construido a partir de los indicadores del riesgo económico y financiero que soportan la economía catalana y española, atendiendo al impacto que tienen en ellas la hoja de ruta de los partidos separatistas y de la Generalitat.
De la lectura de los datos se desprende la existencia de dos etapas: por un lado, desde el comienzo de la serie (mayo de 2004) hasta agosto de 2010 y, por otro lado, desde septiembre de 2010 hasta hoy. Con respecto al primer período, entre los años 2004 y 2007 se produce una caída continuada de la percepción de riesgo económico gracias a que entró en juego un factor que compensaba la incertidumbre: el referéndum del Estatuto de Cataluña. Además, la economía española crecía a un ritmo del 4%, amortiguando efectos como el de las elecciones autonómicas anticipadas de noviembre de 2006.
Esta tendencia se quiebra entre los meses de junio de 2007 y enero de 2008 conforme las expectativas de crecimiento económico se reducen y la tensión política en Cataluña aumenta. En este punto, se produce un aumento sustancial del Índice hasta febrero de 2009 cuando por primera vez, la financiación de España se restringe, los mercados cierran el acceso a la financiación y se debate en el Tribunal Constitucional sobre la sentencia del Estatuto de Autonomía que sería publicada a fines del mes de junio de 2010. Este hito marca el final de la primera etapa y el inicio de la segunda, protagonizada por la inestabilidad y un repunte del independentismo. Durante este ciclo, el pico de mayor riesgo se registró en septiembre de 2012, coincidiendo con el adelanto electoral y la campaña separatista en la que por primera vez se instrumentalizó la Diada como un acto independentista.
Esto coincidió, a su vez, con un clima de inestabilidad económica en España, bajo la incertidumbre de un eventual rescate financiero. A partir de este momento, y durante 2013, el riesgo comienza a remitir debido a la aplicación por parte del Estado de instrumentos financieros de mutualización de la deuda catalana como el Fondo de Liquidez Autonómico, sin embargo en octubre de 2014 la tendencia a la baja cambia y la convocatoria de la consulta del 9-N dispara de nuevo el riesgo, que no ha dejado de crecer desde entonces, en paralelo a la quimera soberanista de Artur Mas.
No obstante, desde Sociedad Civil Catalana son optimistas y entienden que si en los próximos meses se restablece la seguridad jurídica y se respeta el Estado de Derecho en Cataluña, el riesgo y la incertidumbre decrecerán, con la consiguiente recuperación de las inversiones. En este sentido, entienden que marzo es el horizonte en el que la situación «se estabilizará» si se dan las condiciones económicas óptimas y se rebaja la tensión separatista.
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