ETA colocará a dirigentes liberados por la «Parot» en Bildu, Sortu y Amaiur

>> Entre los terroristas estarían «Kubati», «Txikierdi» y «Mamarru», que ejercerían el control de forma pública o solapada para imponer las directrices a seguir. >> La Guardia Civil entró al despacho de los abogados del «Frente de Cárceles» con la contraseña «Duque de Ahumada», fundador de la Benemérita

ETA ha diseñado un plan para controlar de forma directa, y férrea, a todas las organizaciones de la llamada «izquierda abertzale», incluidas, y de manera especial, a las legalizadas: Bildu, Amaiur y Sortu.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, uno o más miembros destacados de la banda, que no se encuentren requisitoriados (sin causas pendientes con la Justicia), entre los que figurarán algunos de los recientemente excarcelados por la anulación de la «doctrina Parot», pasarán a formar parte, de forma pública o solapadamente, de los centros de decisión de dichas organizaciones e impondrán las directrices a seguir. Juan Lasa Michelena, «Txikierdi», José López Ruiz, «Kubati», o Isidro Garalde edialauneta, «Mamarru», podrían ser algunos de los elegidos.

Otra fórmula sería la de colocar a miembros «legales», no fichados, pero esto restaría la autoridad que la banda quiere transmitir a su brazo político: desaparecida Ekin, vuelve el comisariado político y esta vez lo ejercemos nosotros de manera clara, para que no haya equívocos.

En el último comunicado interno de la «dirección» de ETA, se indica textualmente que «una vez que hemos dado por finalizado el proceso de reflexión, abrimos un nuevo período de cara a los cambios que hay que ir haciendo. En esa línea, aunque no se pueden adelantar por motivos de seguridad, están realizando diversas adecuaciones y reflexiones. En el momento que corresponda se irán compartiendo los nuevos retos».

El secreto que la banda trata de mantener de momento oculto, no tanto por los problemas que pudieran generar de tipo legal (que son escasos) sino por la reacción que producirá entre los actuales dirigentes de las izquierda abertzale, es el de repetir una jugada que ya realizaron en el pasado, cuando ETA tenía representantes en Herri Batasuna, Gestoras pro Amnistía, etcétera.

Resulta significativo el papel que se asigna la banda en el futuro inmediato: «La reorganización de la Organización (ETA) hay que hacerla como consecuencia de las decisiones que se han tomado dentro del proceso de reflexión. Es el carácter político de las funciones que se autoasigna la Organización en esta fase». «Desde luego, hasta ahora hemos cumplido las funciones políticas, además no cualesquiera», recuerdan orgullosos los pistoleros por si a los «oteguis» y demás posibilistas se les había olvidado.

Los cabecillas consideran que lo que «prioriza» ahora «son las funciones y labores políticas. Aún más, establecemos el objetivo de reforzar los medios para llevar adelante esas funciones en el ámbito político. Ese objetivo es tanto cara interna como externa».

«Del mismo modo,–añade– hemos situado la clave para la reorganización en la atención que hay que prestar a la dinámica interna, entre medio, situando como elemento central para la actividad interna la participación de los compañeros y el contacto respecto a los compañeros. Hay que ratificar la importancia de la dinámica interna estableciendo medidas para garantizar las transmisiones entre los miembros, los debates, las aportaciones. Ello, junto con enriquecer la reflexión de la Organización, traerá el paso imprescindible para la cohesión de la línea establecida».

En boca de ETA, la palabra cohesión significa lo que significa: obedecer, sin rechistar, las consignas que se impartan.

Un dato interesante que aporta ETA para la reciente historia de España es que estableció compromisos con el PSOE durante la anterior legislatura. Es clarificador, por ejemplo, vulnerando los compromisos tomados en un principio, el camino contrario que el PSOE lleva haciendo estos dos años. El PSE-PSN está supeditado a las prioridades del PSOE, y aunque saben que están perdiendo las adhesiones y la legitimidad, actuarán en función de los intereses del estatus político».

Y cita como «ejemplos claros»: «Postura contra la solución y manifiesta involución; está quedando patente el miedo que en Navarra se tiene al mundo abertzale y al cada vez mayor ámbito a favor de un cambio político, a la vez que niegan el desplome del Gobierno de UPN. De nuevo se prueba que Navarra sigue siendo un problema para el Estado; el acuerdo con el PNV en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa: detrás del velo de la crisis, los jeltzales (dirigentes del PNV) tienen como objetivo alejarse del camino de la soberanía y recuperar el protagonismo político».

Un paquete de parte del duque de Ahumada

La Guardia Civil había ideado un ingenioso sistema para acceder al despacho de abogados del «Frente de Cárceles» de la calle Elcano de Bilbao, que tenía una puerta blindada y, nada más entrar, estaba un individuo que se aseguraba de quién llamaba antes de dejar pasar a nadie. Los responsables de la operación escogieron a una agente que domina perfectamente el euskera y le dieron un sobre de gran tamaño dirigido a un tal «Patxi Girón de Ezpeleta». Esta persona no existe sino que se refería a Francisco Girón de Ezpeleta, duque de Ahumada y marqués de las Amarillas, fundador de la Guardia Civil. Se trataba también de un «homenaje» al etarra fallecido Francisco López, «Thierry», que durante las negociaciones con el Gobierno socialista de 2006-2007 llegó a afirmar que en España mandaba el duque de Ahumada, en referencia a la Benemérita. Una vez que lo abrieran, el agente pondría el pie para evitar que el individuo cerrara, momento que aprovecharían los agentes para irrumpir en el despacho y sorprender a los que estaban dentro «con las manos en la masa». Lamentablemente, la difusión anticipada de la operación por el Ministerio del Interior evitó una mayor explotación de la operación que, en cualquier caso, ha sido un éxito.