Cumbre de Granada

Europa cierra filas con Ucrania frente a las dudas de Estados Unidos

España, Francia, Alemania y Reino Unido e Italia trasladan a Zelenski su apoyo directo frente a la invasión rusa

Los Reyes de España, Felipe (7d) y Letizia (6d), reciben a los mandatarios europeos en su visita al Patio de los Leones de la Alhambra dentro de la III Cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), este jueves en Granada.
Los Reyes de España, junto con el resto de líderes europeos en el patio de los Leones de la AlhambraKay NietfeldDPA vía Europa Press

Volodímir Zelenski se llevó ayer todos los focos en la tercera cita de la Comunidad Política Europea, un foro de diálogo informal que reúne a Jefes de Estado y de Gobierno y que fue creado en 2022. El presidente ucraniano aterrizó en Granada a primera hora de la mañana y consiguió grandes avances para su causa en un momento delicado porque Estados Unidos envía serias señales de retirada, pero la Cumbre Europea quedó finalmente algo descafeinada por las destacadas ausencias de dos mandatarios importantes: las del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien adujo problemas de agenda, y la del presidente de Azerbayán, Ilham Aliyev.

El presidente de Ucrania aprovechó la presencia de una cuarentena de mandatarios del continente europeo (algunos de ellos, incluso, con cierta cercanía con Vladímir Putin, como el serbio Aleksandar Vucic o el armenio Nikol Pashinián) para alertar de los planes del Kremlin e hizo un llamamiento a la unidad de todos los países europeos, apelando a que la defensa de Ucrania de la invasión rusa debe ser una causa común porque, en cualquier momento, la víctima puede ser cualquier otro país situado en el radar de Putin. Es decir, quiso enviar un mensaje de que salvar Ucrania es salvar Europa y quiso presionar para aunar los máximos esfuerzos posibles para darle la puntilla a Rusia: «Se necesita una señal clara de que Rusia no tiene ninguna oportunidad. El agresor debe ser neutralizado».

En un discurso de poco más de 20 minutos, Zelenski apeló al lado emocional (explicando, justo ahora, que ha empezado el curso escolar, cómo se han tenido que improvisar escuelas subterráneas para que los niños puedan estudiar bajo la amenaza de los bombardeos) y al lado racional, al compartir información de sus servicios de inteligencia, que apuntarían a que Rusia «está considerando distintos escenarios y uno de ellos es peligroso». Según sus informaciones, Putin estaría contemplando hacer una pausa en su ofensiva a Ucrania para rearmarse y reestructurar su potencial militar «destruido» para volver a la carga en 2028 con el punto de mira puesto en más países, como los del Báltico. «Rusia está intentando una congelación de la situación para adaptarse para pasar a la siguiente fase. El enemigo más peligroso es el enemigo que se prepara para la siguiente fase basándose en las conclusiones actuales», aseveró.

Tras tanta advertencia, Zelenski arrancó un compromiso material de España: nuestro país cederá seis lanzadores Hawk, que servirán «para hacer frente a posibles bombardeos rusos contra objetivos civiles, infraestructuras críticas así como para la defensa del nuevo corredor del grano», según fuentes del Gobierno. Estos seis lanzadores se suman a otros seis que España ya ha cedido en el último año: desde Moncloa quisieron en todo momento proyectar la sintonía que hay entre Pedro Sánchez y Zelenski, una forma de tratar de mostrar liderazgo internacional por parte del presidente del Gobierno en funciones. Además de lanzadores, ya que la preocupación de Zelenski de cara al invierno es fortalecer sus capacidades de defensa aérea, el Gobierno también se ha comprometido a continuar con la formación militar de soldados ucranianos y equipos especializados en desactivar minas.

Además del compromiso del anfitrión, Ucrania también logró avances con el país fundador de la Comunidad Política Europea (Francia). Zelenski se vio con Emmanuel Macron y anunció «buenas noticias» porque París va a enviar a Ucrania más sistemas de defensa antiaérea. También Alemania anunció más misiles Patriot y el Reino Unido informó que enviará ayuda militar. Con Italia no hubo concreciones materiales, pero sí logró la garantía de Giorgia Meloni de un «apoyo continuado»: es decir, buenas palabras, que permiten también despejar las dudas que ha sembrado Roma en los últimos tiempos.

Estos mensajes de Europa son imprescindibles en un momento de «tormenta política» en Estados Unidos, donde se ha puesto en duda la ayuda a Ucrania. Zelenski, no obstante, se mostró confiado tras su paso por Washington de que el país que preside Joe Biden encontrará una salida a su laberinto y estará de su lado.

La Cumbre Europea logró solventar con avances la carpeta ucraniana, pero no pudo ir más allá. El otro conflicto que ha estallado en el continente tiene como protagonistas a Armenia y Azerbayán y la cita de Granada se presentaba como la oportunidad de sellar un acuerdo de paz que permitiera avances entre ambos países. Sin embargo, la fotografía no se pudo hacer porque el mandatario azerí se ausentó al estar en desacuerdo con el formato de la reunión porque no contemplaba la presencia de su principal valedor, Erdogan. A última hora de la tarde, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel anunció un encuentro entre Armenia y Azerbayán a lo largo de octubre en Bruselas y Macron negó que se haya vetado a Turquía en el encuentro. Erdogan se ausentó aduciendo problemas de agenda, pero es evidente que el presidente turco quiso enviar una nueva señal de que siente poco entusiasmo por esta Cumbre y tiene hoja de ruta propia.

En este sentido, Turquía es uno de los ocho candidatos a entrar en la Unión Europea y la ampliación del club comunitario fue uno de los temas que sobrevolaron la jornada de ayer y se abordará con profundidad este viernes durante el Consejo Europeo. De esos ocho, quien más protagonismo tuvo ayer fue Ucrania, aunque las conversaciones formales todavía no han comenzado y Sánchez, como anfitrión de la cumbre, se remitió al examen de la UE sobre si está cumpliendo con los requisitos y las reformas que tiene pendientes. La idea que tienen los 27 es pasar a ser 35 en 2030. Para ello, Granada se antoja como el punto de partida para un debate que se antoja muy complejo porque tiene incidencias presupuestarias (prácticamente todos los países beneficiarios pasarán a ser contribuyentes netos) y estructurales (como la toma de decisiones, ya que la unanimidad deberá quedar de lado para evitar bloqueos constantes).

La otra carpeta que sobrevoló y puede tomar mucho peso este viernes es el pacto migratorio. De hecho, Meloni y Rishi Sunak, forzaron la organización de una reunión para abordar la lucha contra la trata de personas. Meloni y Sunak, unidos por la apuesta de medidas duras contra la inmigración, lograron concitar la presencia de Macron, Ursula von der Leyen, Mark Rutte (Holanda) y Edi Rama (Albania). Meloni quiere liderar dentro de la UE esta carpeta y, de momento, ha salido victoriosa con el acuerdo de los 27 para reformar el reglamento sobre crisis migratorias, con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina (junio).