«Existió un peligro real de seguridad en la plaza por el boicot al chupinazo»

¿Cómo vivió esos momentos en los que la izquierda abertzale trató de boicotear el chupinazo de San Fermín desplegando una ikurriña gigante?

–En Pamplona y Navarra el comienzo de las fiestas de San Fermín y su chupinazo son sagrados. Que por culpa de unos intolerantes, que quieren imponer una bandera que no es la nuestra, se retrasara el cohete 15 minutos, lo vivimos con indignación y tristeza. Es la primera vez en la historia de Pamplona que ocurre esto.

–¿Dónde estaba usted cuando quedó tapado el balcón del Ayuntamiento? ¿Qué sintió?

–Lo viví con contención, pero con mucha tristeza. En esos momentos, estaba con el jefe superior de la Policía Nacional y con el jefe de la Policía Municipal, en el zaguán del Ayuntamiento, viendo las cámaras que estaban situadas en varias partes de la ciudad, controlando las entradas y salidas del consistorio... Estábamos mirando que todo transcurriera con normalidad, y observando la barrera formada por la Policía Municipal. Pero en esos momentos sentimos mucha indignación y mucho nerviosismo porque queríamos quitar y cortar esas cuerdas de la bandera lo antes posible. En la plaza había una cantidad de gente excesiva, era fin de semana y era hasta peligroso la masa humana que se concentraba en ese momento bajo el balcón. Cuanto más se retrasara el cohete, más existía un peligro real para las personas que estaban agolpadas en la plaza. Sentí mucha preocupación.

–¿Cómo sigue la investigación? ¿Se ha podido identificar a las personas que desplegaron la ikurriña?

–Continúan investigando y revisando las fotografías que tenemos porque salían algunos ataviados con barbas y bigotes postizos para evitar ser identificados. De momento novedades no tenemos.

–¿Por qué nadie pudo prever lo que iba a ocurrir? ¿Es tan fácil acceder a esos edificios?

–Teníamos previsto una serie de cosas e incluso pensábamos que a lo mejor nos tiraban una ikurriña desde una ventana. Uno de los edificios es municipal y el otro son viviendas particulares al final, un día como el 6 de julio, que además coincidió en fin de semana, con la marabunta, si añadimos que se duplica o triplica la gente en Pamplona... que entre y salga alguien de un portal tampoco es una cosa tan extraña.

- ¿Cree que Bildu ayudó?

–Al final son todos los mismos, todos sabemos quiénes son los que están detrás y a favor de este tipo de actos.

–¿Cree que la izquierda abertzale está más crecida que nunca en Pamplona? ¿Están ganando terreno?

–No creo que estén ganando terreno, lo que pasa que se moviliza muchísimo. Se les oye más que lo que se le oye al resto de los navarros, que somos la mayoría. En porcentaje de votos ellos no suben, mantienen su cota; lo malo es que bajen los demás partidos.

–Ayer volvieron a increpar a la Corporación Municipal al paso de la calle Curia durante la procesión del Santo. ¿Se están convirtiendo en costumbre todos estos altercados en Pamplona?

–En la calle Curia llevamos ya muchos años en los que se agarran para tratar de boicotear las fiestas. Ya consiguieron hace muchos años que el «Riau-riau» desapareciera. Se intentó volver con el «Riau-riau» el año pasado y no se consiguió. Ayer intentaron cargarse el chupinazo y no lo consiguieron... Creo que el alcalde estuvo muy acertado al decir que no se tiraba el cohete con la ikurriña delante. Lo de la procesión es otra vuelta de tuerca más. Ese recorrido donde increpan es muy pequeño, la procesión es larguísima y la gente apoya la procesión, quiere ver al Santo y al final creo que esto es una anécdota, en una barca muy pequeña porque tampoco les da para más.

–¿Qué se puede hacer para frenar estos altercados?

–Tendremos previsto el año que viene más cosas, porque todas las policías están muy coordinadas. Será otra cosa más de la que estar pendientes, aparte de la seguridad de los ciudadanos, que es lo principal. Porque lo más importante es que en este tipo de fiestas tan tumultuosas la gente esté lo más segura posible. Todos los actos de aquí están muy controlados por todos los agentes.

–¿Ayer en concreto, intercambió alguna conversación con la formación de Bildu?

–No hablé con ellos. No suelo hablar, y el sábado tampoco lo hice.

–¿Por qué hacen este tipo de gestos? ¿Es lo mismo de siempre o quieren ir más allá?

– Antes sacaban la bandera en la plaza y como ahora lo tienen más difícil, pues la sacaron de otra manera. La minoría es la única forma que tiene para hacerse notar: imponiendo. Lo único que quieren es imponer a la mayoría sus ideas.

–¿Qué repercusión real tienen este tipo de acciones?

–España estaba el sábado pendiente del chupinazo, que es también una fiesta internacional, y es una pena que salgamos con un comienzo de fiestas que en vez de que sea festivo se mezcle con un tema político. Es triste y no es bueno que esto se vea fuera de Pamplona. Flaco favor le están haciendo a Navarra y a Pamplona, y menos a la ikurriña. Lo único que consiguieron es que por cualquier rincón por el que te movías el sábado, personas de todas las edades mostraban su indignación y rechazo.

–¿Qué previsiones tiene para estas fiestas?

–Creo que una vez que ya han pasado estos días, hoy las fiestas transcurrirán tranquilas, con menos gente que la que hemos tenido este fin de semana y ahora, a disfrutar los de casa y los que vengan de fuera.

Escudera de Navarra

Vigilante del orden y la Ley en la Comunidad Foral, esta agogada y madre de dos hijos se estrenó como concejala de Pamplona en 1991. Conoce los entresijos de la política navarra. La banda terrorista ETA intentó asesinar a su padre, militar, en 1987, pero sobrevivió. Siempre ha sabido llevarse bien con todo elmundo; es buena para los consensos. Sabe valorar a las personas. Trabajadora, prudente y discreta. Formó parte de la refundación del PPN.