Cambios en el PP

Feijóo parte con más opciones y se rebajan las de Santamaría

Los barones reclaman generosidad del equipo de Rajoy para facilitar la renovación y una nueva dirección completamente nueva.

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo / Efe
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo / Efelarazon

Los barones reclaman generosidad del equipo de Rajoy para facilitar la renovación y una nueva dirección completamente nueva.

La Junta Directiva Nacional del PP convocó ayer el Congreso en el que se elegirá al sucesor de Mariano Rajoy para el 20 y 21 de julio. El cónclave lo presidirá Luis de Grandes, un veterano dirigente del partido, con un amplio currículum de servicios al PP y que no es discutido por ningún sector interno. Con él estarán otros representantes del «aparato» de Génova, predominando los dirigentes vinculados a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en su condición de jefa del control del cónclave, y también hay bastantes cuadros intermedios cercanos a Rajoy.

El máximo órgano entre congresos no acogió ningún debate interno más allá de la intervención del dirigente balear José Ramón Bauzá. Exigió más debate ideológico y criticó la falta de política por parte del equipo de Rajoy, además de dar a entender que estudia dar el paso de formalizar una candidatura propia. Decisión que si materializa está «condenada al fracaso», al menos según la impresión generalizada de la estructura territorial del PP. Su intervención fue valorada con desdén por parte de algún miembro de la cúpula.

Bauzá no es rival de aquel en quien cada vez están más puestas todas las miradas dentro del PP, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Este último tampoco dio pistas sobre sus intenciones ante los miembros de la Junta Directiva Nacional. «Yo respeto los tiempos», se limitó a comentar. Pero entre los dirigentes territoriales la impresión mayoritaria dice que el líder gallego parte con todas las opciones de ser el sucesor de Rajoy. Esa idea cuaja mientras se rebajan las expectativas sobre la posibilidad de que haya otra candidatura paralela a la de la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Que haya otra candidatura es muy sencillo ya que el sistema hace muy fácil que surja algún competidor, si bien que pueda ganar al favorito es mucho más difícil. Pero siempre puede ser una herramienta para hacerse notar. Quien pierde hoy puede ganar mañana y cualquier opción alternativa tendría su nivel de apoyo porque a la militancia no le gusta que se lo den todo hecho. No obstante, en el PP sería toda una sorpresa que si se presenta Feijóo no gane en primera votación con más del 50% de apoyos. Otra cuestión que ha estado sometida a debate es la de la posible candidatura de integración, dado el interés de la dirección por garantizar un congreso de unidad, a lo que creen que contribuiría que hubiera una sola lista.

Según los estatutos del PP, los afiliados se pronuncian en una primera urna sobre los precandidatos directamente, y en una segunda elegirán a los compromisarios para el congreso. Si uno de los aspirantes barre a los demás y consigue más del 50% de los votos de los afiliados y saca una ventaja de más de 15 puntos al segundo resulta elegido directamente para encabezar el partido. En caso contrario, los dos mejor colocados son los que llegan al congreso, donde la última palabra la tendrán los compromisarios. Feijóo ya ganó el liderazgo regional gallego en un proceso congresual que partió con cuatro candidatos, que se quedaron sólo en uno después de una lucha entre «boinas» y «birretes». Y el congreso supuestamente competitivo se convirtió en un cónclave de aclamación.

En el partido admiten que no es el mejor momento para que tenga que dar el paso al frente. «Bien no le viene, pero no le queda otra», se escuchaba ayer en las conversaciones. En éstas, el debate empieza ya a mirar hacia el nuevo equipo de quien releve a Rajoy al frente del partido. El congreso de julio no es para debatir sobre el proyecto, sino para elegir a un nuevo líder. No hay ni ponencias a discusión. Los compromisarios sí tendrán que elegir una nueva Ejecutiva y la persona elegida para relevar a Rajoy presentará, asimismo, a su equipo.

En el PP confían en que la renovación sea amplia y que la faciliten algunos de los miembros de la actual dirección que han estado acompañando a Rajoy, quien reclamó unidad y a su sucesor que integre a sus rivales, si los hay. Pero dentro de la organización popular se descarta que esa integración pueda llegar a sostenerse en mantener en puestos claves a quienes han estado tutelando el control de Génova desde que Rajoy asumió el mando. De quien llegue se espera que nombre a su «número dos» y al resto de la dirección. En cuadros intermedios cabe más margen de conservar lo que hay.