Videos

Felipe VI retira el título de Duquesa de Palma a Doña Cristina

Cristina de Borbón
Cristina de Borbónlarazon

El BOE publica hoy el Real Decreto firmado por el monarca y Mariano Rajoy, por el que la Infanta Cristina deja de ser Duquesa de Palma de Mallorca por decisión de su hermano, que ha revocado ese derecho. La medida no afecta a los derechos sucesorios.

La Infanta Cristina dejará de utilizar el título de duquesa de Palma a partir de hoy. Una decisión que ha sido tomada por el Rey y que se comunicó a las 22.30 horas de ayer a los medios de comunicación según el siguiente texto: «De conformidad con lo dispuesto en el artículo 6 del Real Decreto 1368/1897, del 6 de noviembre, sobre régimen de títulos, tratamientos y honores de la Familia Real y de los Regentes, he resuelto revocar la atribución a Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina de la facultad de usar el título de Duquesa de Palma de Mallorca, que le fue conferida mediante Real Decreto 1502/1997, de 26 de septiembre». Según informan desde Zarzuela, esta decisión ha sido muy meditada por Don Felipe, y se ha tomado debido a la fase del procedimiento judicial en la que se encuentra inmersa la Infanta: es decir, no ha esperado a que la Audiencia de Palma dicte la apertura del juicio oral, por el que la Infanta Cristina deberá sentarse en el banquillo en el próximo juicio del «caso Nóos».

Desde la Casa del Rey explican que esta decisión tomada por Don Felipe no implica que Doña Cristina renuncie a sus derechos sucesorios. «Es una decisión que le corresponde únicamente a ella», aseguran. Ni tampoco dejará de ser Infanta, algo que no podrá dejar de ser jamás porque lo es por nacimiento. Por el contrario, el Jefe de Estado sí puede revocarle el título de Duquesa de Palma, que le fue conferido por decisión de su padre, Don Juan Carlos, en 1997. El Real decreto, firmado también por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado.

En un caso sin precedentes –por primera vez se le revoca un título nobiliario a una Infanta de España–, la lectura de esta decisión por parte de Don Felipe es que con este golpe rotundo al cumplirse un año de su reinado es evidenciar el claro distanciamiento de la Corona respecto al «caso Nóos», con el fin de demostrar la «ejemplaridad» de la que habló en su discurso de proclamación. Precisamente, en un momento en que la corrupción está al día de la agenda política.

Los últimos movimientos judicales por parte de la Infanta han sido la presentación recientemente de un recurso de apelación contra el auto del juez José Castro, que desestimaba la rebaja de su fianza. En concreto, la Infanta solicita que le fuese rebajada a 449.500 euros la fianza civil de 2,7 millones que el juez le impuso el pasado mes de diciembre, al abrir juicio oral contra la Duquesa de Palma en el marco del «caso Nóos» como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales.

Esta decisión se ha hecho pública apenas un mes después de que, tal y como publicó este periódico, la hermana de Felipe VI acudiese a la comunión de la Princesa de Asturias con su hija Irene, y que se la viera públicamente junto a la Familia Real en el funeral de Kardam de Bulgaria.

El «caso Nóos» ha sido el motivo principal por el que la imagen de la Monarquía española se ha deteriorado desde que se destapó. Un procedimiento judicial que, debido a su lentitud, fue calificado por el entonces Jefe de la Casa del Rey de «martirio».

Durante el reinado de Don Juan Carlos ya se tomaron las primeras medidas al respecto: en 2011, la Casa del Rey dicidió apartar a su marido, Iñaki Urdangarín, de la actividad oficial de la Corona por su comportamiento «poco ejemplar». Si la Infanta Cristina nunca fue borrada de la agenda de forma oficial, el efecto fue el mismo ya que, salvo en actos familiares, su última aparición pública fue en el desfile de la Fiesta Nacional, meses antes de la imputación de su marido. Esto desencadenó en que, antes de que Don Felipe fuera proclamado Rey, Don Juan Carlos tomase la decisión de retirar la asignación económica de su hija al no realizar ninguna actividad en nombre de la Casa.

Con la abdicación del Rey Emérito se dio un paso más en el alejamiento de la Corona del «caso Nóos»: Doña Cristina dejaba de formar parte de la Familia Real para serlo de la Familia del Rey. Es decir, ya no forma parte del núcleo central de la Institución.

El único movimiento que faltaba en la estrategia de la Casa para desvincularse definitivamente el «caso Nóos» es la renuncia a los derechos sucesorios. O un gesto por parte del Rey como el que se hizo público ayer para que conste su postura al respecto.