Lucha contra ETA
Francia condena a cinco años al etarra Múgica Andonegi
Francia condenó a cinco años de cárcel a Julen Múgica Andonegi y a dos a su pareja, Intza Otxandabarats, como miembros «legales» del aparato de la logística de ETA en relación con un zulo descubierto en el sur del país en agosto de 2009.
Francia condenó hoy a cinco años de cárcel a Julen Múgica Andonegi y a dos a su pareja, Intza Otxandabarats, como miembros "legales"del aparato de la logística de ETA en relación con un zulo descubierto en el sur del país en agosto de 2009.
El Tribunal Correccional de París precisó en su sentencia que de los cinco años de condena de Múgica Andonegi (que tiene ahora 33 y lleva en la cárcel desde diciembre de 2011), uno está exento de cumplimiento, salvo que incurra en reincidencia.
En cuanto a Otxandabarats, de 33 años y en libertad después de haber estado en la cárcel tres meses hasta marzo de 2012, poco antes de dar a luz, los dos años de este dictamen se sumarán a otros dos de una sentencia de 2007 también por pertenencia a ETA, que en principio estaban exentos de cumplimiento, pero que se hacen ahora efectivos por la reincidencia.
Eso significa que ambos tendrán que pasar cuatro años en prisión porque su ADN se encontró -en algunos casos mezclado- en unos temporizadores que estaban dentro un bidón enterrado en un zulo debajo de unas piedras en una zona boscosa de la localidad de Minerve, en el departamento de Hérault.
El tribunal hizo notar que Múgica Andonegi -hermano de otro etarra, Ander, condenado en Francia a 18 años de prisión- reconoció hoy haber manipulado los temporizadores en los que dejó su rastro, y que no era creíble su tesis de que la presencia igualmente del ADN de su pareja, y madre del hijo que tienen en común, había sido producto de una "contaminación"con una toalla o con unos guantes que ambos habrían compartido.
Por ello, los jueces en su decisión subrayaron que "el peritaje ha hablado muy claro"en el sentido de que Otxandabarats "también manipuló los temporizadores", pese a que ella lo negó tajantemente en la audiencia.
También negó pertenecer a ETA en agosto de 2009 cuando la policía francesa localizó, gracias a una información de las fuerzas del orden españolas, 13 zulos en el sur de Francia.
En el de Minerve, además de temporizadores, había en particular repartidos en 14 latas 338 kilos de nitrato de amoníaco que la banda terrorista utilizaba para fabricar amonal, 13 kilos de pentrita y 24 metros de cordón detonante.
El fiscal, Thomas Fiquet, recordó que en 2009 ETA cometió 13 atentados, con tres muertos, para los que se utilizó material como el de Minerve, y que ya en ese momento los dos condenados "eran conocidos por sus vínculos"con la organización terrorista.
En el caso de la mujer, la condena de 2007 que le va a suponer ahora dos de los cuatro años que tendrá que pasar en prisión, derivaba de las fotografías que entregó y que sirvieron para la confección de documentos falsos que se encontraron en 2002 en el piso franco de Tarbes donde estaba viviendo el entonces jefe militar de la banda, Ibón Fernández Iradi, "Susper".
Se sospecha que esos documentos falsos iban a servir para que Otxandabarats alquilara pisos para acoger a etarras, aprovechando -puesto que es de nacionalidad francesa, a diferencia de su compañero, español- su conocimiento de la lengua francesa.
Sobre Múgica Andonegi, en el piso franco de Burdeos donde fue capturado en 2008 el entonces jefe político de ETA, Francisco Javier López Peña, "Thierry", se habían requisado documentos que daban cuenta de su recorrido en la organización.
Múgica Andonegi trató hoy repetidamente de exculpar a su compañera, con el argumento de que fue él quien involuntariamente dejó la traza genética de Otxandabarats en los temporizadores: "asumo toda mi responsabilidad en esta historia. (...) El ADN de Intza llegó por un error mío", dijo.
Los dos etarras enjuiciados hoy fueron arrestados el 13 de diciembre de 2011 en la localidad vascofrancesa de Saint Jean Pied de Port donde compartían una vivienda en la que se les encontró un disco duro con ficheros codificados de documentación de ETA que llevaban títulos tan ilustrativos como "armamento"o "explosivos".
Hoy, ambos insistieron en que ya no pertenecían a la banda, aunque se negaron a condenar los atentados, cuando se les preguntó.
"En bloque no los condeno", señaló la mujer, que antes había hecho hincapié en que estaba "enteramente satisfecha con la situación actual"en que la banda ha abandonado la lucha armada.
Múgica, que cada vez que le interrogaron sobre su implicación contestaba con un "no voy a hablar sobre mi militancia en ETA", dio por hecho que "llegará un día en que los que causamos un daño, lo deberemos asumir. Pero lo primero es poner bases para una paz duradera (...), para cerrar las heridas positivamente".
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