García-Legaz denunció en 2010 el uso fraudulento de sus cuentas de correo

Un nuevo capítulo en la rocambolesca historia del «pequeño Nicolás» lo protagonizan los correos electrónicos que el joven, investigado por presuntos delitos de falsedad, estafa y usurpación de identidad, asegura haber intercambiado con el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.

Según publicó ayer el diario «El Mundo», Francisco Nicolás pidió por «e-mail» a García-Legaz que hiciera de intermediario ante la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para que fuera ascendido el cabo de la Policía Municipal que le llevó año y medio después a Ribadeo –el día que él divulgó el bulo de que los Reyes iban a visitar dicha localidad–. El secretario de Estado desmintió al diario de forma rotunda «ninguna gestión» al respecto. Y lo mismo hicieron fuentes municipales.

Pero hay un episodio que podría explicar este supuesto intercambio epistolar. Según ha sabido este periódico, las cuentas de Facebook y Yahoo de Legaz fueron usurpadas más de dos años antes, en septiembre de 2010. El actual secretario de Estado de Comercio se dio cuenta de ello al recibir notificaciones de algunos de sus contactos en la red social y en su propio correo electrónico que le reprochaban el tono y contenido de mensajes supuestamente enviados por él. El paso siguiente de Jaime García-Legaz fue denunciar la usurpación de su identidad ante la Comisaría Especial del Congreso de los Diputados el 28 de septiembre de 2010, justo al día siguiente.

Acceso a sus claves

En la denuncia, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, manifestó que «tuvo conocimiento de que estaba siendo utilizado su correo electrónico, de los servidores Yahoo y Facebook, de una forma fraudulenta por persona o personas ajenas», y que «ignorando de qué forma pudieron acceder a sus claves, enviaron mensajes no deseados a otros interlocutores del compareciente».

La denuncia fue remitida al magistrado juez de instrucción en funciones de guardia de Madrid. El magistrado al frente del Juzgado de Instrucción 45 de Plaza de Castilla abrió diligencias e informó a Legaz «del derecho a constituirse en parte acusadora». Los hechos denunciados no tuvieron mayor recorrido judicial.

Con posterioridad, la cuenta de Facebook del secretario de Estado fue suplantada por segunda vez. En esta ocasión, Legaz consultó a sus abogados sobre la posibilidad de interponer una segunda denuncia, pero su equipo jurídico le hizo ver el escaso éxito que tendría, una vez comprobado el resultado que había logrado con la primera.

Con respecto al correo publicado ayer en el que Jaime García-Legaz respondía al remitido por el mediático Nicolás, no aparece en el servidor de FAES, desde donde habría sido enviado por la condición del secretario de Estado de miembro entonces del Patronato y secretario general de la Fundación del PP.

Ayer, el delegado del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Núñez, aseguró que en sus reuniones como delegado del Ayuntamiento con el propio García-Legaz acudió «solo» y salió de ellas «solo», es decir, sin el «pequeño Nicolás», y que éste «no participó en el contenido» de los citados encuentros de trabajo que él mantuvo con el secretario de Estado, informa Efe.

El entonces delegado de Economía y hoy de Seguridad y portavoz del Ayuntamiento subrayó que no tiene «nada que ocultar» al respecto y defendió que aquellas reuniones se enmarcaron en los cambios normativos que el Gobierno central estaba impulsando en ámbitos de su competencia.

Querella contra el empresario que le involucró

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha iniciado acciones legales contra el empresario Carlos Zapata, quien aseguró que mantuvo una reunión con él en su despacho del Ministerio de Economía –gracias a la intermediación del «pequeño Nicolás»– para que le ayudase a obtener una licencia del Ayuntamiento de Madrid para una terraza de un restaurante de su propiedad. Zapata, propietario del ya extinto mercado gourmet de La Isabela, ubicado en el madrileño Paseo de la Habana, tenía problemas de denuncias vecinales y no contaba con autorización para abrir su terraza. El empresario aseguró que Nicolás propició un encuentro por la noche con García-Legaz en su despacho oficial para que mediara ante la corporación municipal para solucionar su problema. En el entorno del secretario de Estado se defiende que si este empresario fue objeto de chantaje durante la reunión, su obligación era haberlo puesto de inmediato en conocimiento de la Justicia, si es que actúa de buena fe, en lugar de denunciarlo ante un medio de comunicación, como hizo el pasado 25 de noviembre.