Fiscalía Anticorrupción
«Hoy he estado donde los pinchadiscos de los pinchateléfonos de Policía»
Núñez Morgades, a Granados un mes antes de su detención
El ex delegado del Gobierno en Madrid Pedro Núñez Morgades le comentó en una conversación telefónica el 24 de septiembre de 2014 a Francisco Granados, un mes antes de ser detenido, que ese mismo día había estado «donde los pinchadiscos de los pinchateléfonos de Policía» y que estaba «sorprendido por una persona que era policía». Así consta en un informe de la Guardia Civil incorporado al sumario del «caso Púnica» en el que los agentes analizan las conversaciones intervenidas al ex consejero de Madrid. En otra de esas conversaciones, mantenidas entre los dos mismos interlocutores el 8 de septiembre de ese año, Núñez Morgades llama a Granados y la cuenta que «esta mañana he estado con ese intermediario que ya habría visto algunas veces, que le había dicho que ya le había abonado los «bombones». Y más adelante se refiere a una tercera persona a la que califica como «un cara» y se queja de que «puedan pensar que se han quedado con el dinero. Que les ha dejado a los pies de los caballos, que les han engañado como a chinos».
La Guardia Civil afirma que «todo parece indicar que el “intermediario” habría retenido el dinero que habría que entregar a un tercero, expresando su temor a que puedan pensar que ellos se han quedado con el dinero».
En un mensaje posterior, del 9 de octubre de 2014, Núñez Morgades manda un sms a Granados: «Dice que devuelve los libros el día 20. Dime algo». Once días después, es Granados quien escribe un sms al ex delegado del Gobierno. «Yo le había dicho al donante que esta semana se lo devolvía y mira cómo voy a quedar...».
A la Guardia Civil le llama la atención la conducta de Núñez Morgades, hasta el punto que asegura que «parece ser éste la persona que impulsa y controla intermediación» de Granados. La actuación de éste en esas supuestas labores de intermediación con donantes del partido «tras haber desaparecido de la primera línea política» la justifica el Instituto Armado en que «la interlocución para la recepción de comisiones por parte de terceros está constituida sobre relaciones de confianza», por lo que su participación era «necesaria» por sus contactos.
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