Política
Cara a cara entre Rivera e Iglesias: Unidad frente a referéndum en Cataluña
El primer debate entre Pablo Iglesias y Albert Rivera dejó pinceladas de este tipo. Iglesias ataca: «Que Esperanza Aguirre diga que le gustas te hace daño»; Rivera replica: «Y cuando lo dice Maduro de vosotros, también».
Arranque de temporada del programa «Salvados» de La Sexta con protagonistas de excepción: Albert Rivera y Pablo Iglesias se vieron las caras en un bar del Nou Barris barcelonés muy afectado por la crisis, con Jordi Évole como testigo.
Fue un encuentro salpicado de actualidad. Respecto a Cataluña, ambos fueron preguntados sobre si permitirían un referéndum sobre la independencia. Rivera fue categórico: «Yo creo que hay que reformar España pero no romperla, por tanto no voy a convocar un referéndum para trocear la soberanía nacional». «Igual, si sale que no, no la rompes», arguyó Évole. «El referéndum es para romper España y creo que hay que reformar España, que hacer que este país valga la pena, hay que reenganchar a los catalanes al proyecto común español».
Iglesias difiere de Rivera. «No quiero que Cataluña se vaya de España, pero quiero un referéndum. Y nos comprometemos, no sólo a permitirlo, sino a promocionarlo». En esa consulta, Podemos pediría «el sí a construir un proyecto juntos». Para Iglesias, «cuando el 80% de los catalanes han dicho que quieren decidir, seducirles no es prohibirles nada y decirles que van a romper España. Seducirles es decir “votad, votad”. Y cualquier referéndum es vinculante; después, ya veremos cómo se articula eso constitucionalmente».
Rivera no cree que el juicio a Artur Mas sea político. Para Iglesias, es «absurdo que se le impute por convocar un referéndum».
El líder de Podemos tiene como una de sus prioridades en materia económica acabar con la temporalidad y la precariedad en el mercado laboral. El número uno de Ciudadanos opina que lo primero es «crear riqueza para después repartir» y reivindica un contrato único indefinido y progresivo desde el primer día para acabar con la dualidad y con la precariedad.
Rivera no cree que la subida del salario mínimo por decreto sea una solución lo que sustituiría por un complemento salarial –vía IRPF– que el Estado abonaría a los trabajadores, mientras que Iglesias reivindica la subida del salario mínimo acercando además al mismo las rentas mínimas de reinserción.
Según Iglesias, en Podemos hay un convencimiento de no nacionalizar una empresa si asume el principio de competitividad, «pero si lo que pretende es forrarse a costa de que haya gente que no tenga calefacción, yo le digo: “Hay una cosa que se dice Constitución: los poderes públicos, en aras del interés general, podrán asumir que ciertos sectores estratégicos de la economía podrán tener propiedad pública”».
Desde Ciudadanos se cree al respecto en «la competencia de verdad y no en el capitalismo de amiguetes», lo que además está legislado desde las directrices europeas. «Nacionalizar los servicios públicos de un país e impedir la competencia y que los sectores bajen los precios, no existe en Europa, es una ideología del pasado», afirmó Rivera, quien añadió que en el caso de una empresa que no garantice un servicio básico deberá ser sancionada a través del tribunal de la competencia. «No podemos tener un supuesto mercado con árbitros comprados», apuntó Rivera, para quien el PP ha acabado con el tribunal de la competencia «si es que existía».
Iglesias abogó en el caso de Bankia por que «si la hemos pagados los ciudadanos, nos la quedamos y que sea una banca pública». Según Rivera, «con todo el paquete de deudas nos la hemos quedado». El podemita inquirió: «¿No sería más razonable que pudiera existir una banca pública?».
En materia de pensiones el líder de Ciudadanos propone regresar al Pacto de Toledo y garantizar su subida en función del IPC mientras que el número uno de Podemos derogaría la actual reforma y bajaría la edad actual de jubilación.
Ambos discreparon también en materia sanitaria, de la que Pablo Iglesias criticó las privatizaciones y no dar servicio a los inmigrantes en situación irregular –«los sin papeles son víctima de una desgracia administrativa», señaló–, mientras que Alber Rivera defiende esa negativa como es común al resto de países europeos de nuestro entorno
Évole preguntó a Rivera sobre la llamada que recibió del presidente del BBVA. «También me puedo reunir con cualquier persona que me pida una reunión», apuntó el líder de C’s. Iglesias reconoció que deberían tener buenas relaciones con la banca en caso de gobernar: «Si fuera necesario para nuestro país, cualquiera de los dos nos reuniríamos con el mismísimo diablo», a lo que Rivera contestó que «no es suficiente con cuadrarse, gritar o hacer poses» para quien lo importante es reunirse con la gente con propuestas para que España funcione mejor.
«Por suerte, no somos de Podemos ni de derechas», afirmó Rivera, quien echó en cara a Iglesias que «tú criminalizas a una parte de la población y yo no». El secretario general de Podemos contestó: «Hay una cosa que creo que te puede hacer daño «cuando Esperanza Aguirre te dice: “Me gusta Albert Rivera”, creo que eso te hace daño». El aludido replicó: «Y cuando lo dice Maduro de vosotros, también».
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