Elecciones municipales
Iglesias ya marca el camino al PSOE
«Hay que tratar de evitar que gobierne el PP en las comunidades autónomas donde no ha conseguido mayoría absoluta», argumentó el líder de Podemos.
Pablo Iglesias dejó claro que el sentido de la marea ha cambiado en la relación entre su partido y el PSOE, hasta ahora marcada por ásperas descalificaciones personales entre los líderes de ambos partidos y una confrontación política evidente a todos los niveles. Pedro Sánchez no ha vuelto a utilizar la palabra «populismo» en referencia a Podemos e Iglesias no hizo ninguna alusión ayer a la «casta» socialista. Las municipales y autonómicas han supuesto un punto de inflexión en una historia hasta ahora marcada por los desencuentros y la razón es que Iglesias tiene la llave para que el PSOE gobierne en Extremadura, Castilla - La Mancha y, probablemente, en Aragón y una constelación de importantes ayuntamientos en toda España.
Iglesias celebró ayer en la sede de Podemos de Madrid una rueda de prensa para analizar los resultados del 24 y aprovechó la ocasión para valorar la conversación telefónica que mantuvo con Pedro Sánchez el miércoles. Para el secretario general de Podemos hay «gestos reveladores» de que la relación ha cambiado. «Es evidente que sí. Ahora Pedro Sánchez me llama y antes no me llamaba. Pensamos que esto es bueno y que nos sitúa en una posición de lograr cambios», dijo. Abundando sobre el tono de la llamada telefónica, Iglesias la calificó de cordial y constructiva, aunque no quiso «sacar conclusiones precipitadas», pues afirmó que estuvo «llena de ambigüedades y vaguedades». Cuando fue preguntado sobre si percibió a un Sánchez dispuesto a aceptar sus condiciones para pactar, el secretario general de Podemos afirmó: «No quiero que nadie sea preso de sus palabras». Durante la conversación, Iglesias y Sánchez quedaron en volver a contactar la semana que viene. Preguntado al respecto, el líder de Podemos no descartó que se produjera un encuentro en persona, pero no concretó ni la fecha ni el lugar de una hipotética reunión.
En cualquier caso, Iglesias dejó claro que la formación que dirige no va a entrar en ningún gobierno en el que no sea la lista más votada (salvo, apuntó, la posible excepción de Aragón). Tampoco se olvidó Iglesias de recordar a los socialista que, aunque el partido que lidera está decidido a evitar allí donde sea posible que el Partido Popular gobierne, eso no significa que el PSOE no vaya a tener que pagar una factura por contar con el apoyo de Podemos: «Vamos a tratar de evitar que el PP gobierne en las comunidades donde no ha obtenido mayoría absoluta. Estamos dispuestos a llegar a acuerdos. Eso sí, para llegar a acuerdos con nosotros, en el caso del PSOE, deberán dar un giro de 180 grados», dijo. También tuvo palabras de crítica para los dirigentes socialistas que han utilizado la política para enriquecerse y que, tras ocupar cargos en la Administración, han entrado en consejos de administración de grandes empresas. Otro de los puntos que se trató en su conversación telefónica con el secretario general de los socialistas fue el programa de «rescate ciudadanos» para los españoles más afectados por la crisis y el compromiso de acabar con la corrupción política.
Estos dos temas son los que ha exigido Podemos a Susana Díaz para desbloquear su investidura como presidenta de la Junta de Andalucía. Al respecto, Iglesias afirmó que espera que Díaz «rectifique» y acepte las condiciones en las que Podemos cifra su apoyo al PSOE andaluz.
Menos severo se mostro con las posibilidades de pacto con Compromís en Valencia y con Més en Baleares. Aunque fue prudente al recordar que «no conviene adelantar acontecimientos», Iglesias afirmó que con estos partidos hay «más elementos de entendimiento» y, por tanto, «una relación distinta».
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