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Interior usará contra los ultras las mismas medidas que usa contra las bandas latinas violentas

La Razón
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El Ministerio del Interior ha decidido incluir a los ultras de los equipos de fútbol en su Plan de actuación contra grupos organizados y violentos de carácter juvenil puesto en marcha por este Departamento en 2005.

El Ministerio del Interior ha decidido incluir a los ultras de los equipos de fútbol en su Plan de actuación contra grupos organizados y violentos de carácter juvenil puesto en marcha por este Departamento en 2005.

Las medidas contempladas en este plan estaban originalmente dirigidas a perseguir a grupos neonazis o de extrema izquierda ajenos al deporte y a bandas latinas como los Ñetas o los Latin Kings, entre otras.

Ha sido el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien ha decidido adoptar esta medida tras la muerte del seguidor radical del Deportivo de La Coruña en una reyerta multitudinaria en Madrid contra los ultras del Atlético de Madrid.

Se trata de una instrucción a la que ha tenido acceso Europa Press que actualiza este plan y argumenta que "la experiencia ha corroborado que en muchos casos, estos grupos tienen una clara caracterización ideológica y sus comportamientos violentos desbordan el ámbito puramente deportivo, que tan sólo constituye uno más de sus cauces de expresión".

Esta instrucción admite que, aunque este tipo de grupos no estaban "expresamente al margen"de este plan, "no habían recibido hasta el momento la debida atención". Por ello, desde ahora los grupos ultras del mundo del deporte "quedarán incluidos siendo clasificados conforme a los criterios de ideología y nacionalidad de origen y de independencia o autonomía".

Clasificación de los grupos violentos

La gran mayoría de grupos radicales que se mueven en torno al mundo del fútbol en España pertenecen a algún tipo de ideología extremista, ya sea de derechas, de izquierdas o independentista. Precisamente este plan a la hora de clasificar a las bandas juveniles violentas hace una distinción entre "grupos violentos antisistema de extrema derecha", "grupos violentos antisistema de extrema izquierda"y "grupos violentos de origen latino". También se incluye una última categoría sin clasificar denominada "Otros".

Desde el Ministerio del Interior creen que los grupos ultras de los estadios entran en la descripción de banda juvenil que recoge este plan: "integradas por menores de edad o conjuntamente por menores y jóvenes entre 14 y 30 años, como edades de referencia, que presentan estructuras de cohesión y disciplina interna y cuyas actuaciones derivan en conductas, en algunas ocasiones, de carácter violento que general alarma social".

Entre las medidas que contempla esta iniciativa está la de que la Policía y la Guardia Civil pongan en común sus conocimientos para realizar un censo unificado de todos los grupos que tengan detectados, con indicación de su grado de actividad. A partir de ahora, los grupos ultras de fútbol se incluirán en ese censo, pero además "especificando en el catálogo que se trata de organizaciones relacionadas con la violencia en el deporte".

Medidas a aplicar

Otra de las medidas de este plan pasa por "intensificar"la presencia policial en los lugares habituales de reunión de estos grupos. En el caso de los ultras, estos lugares son básicamente los estadios de fútbol además de bares de referencia en algunos casos. "Para incrementar la eficacia de la actuación preventiva policial, podrá coordinarse y complementarse la actuación de las Unidades uniformadas con dispositivos integrados por personal no uniformado", advierte la instrucción.

Este plan contra las bandas juveniles violentas también incluye el control de páginas web, establecer programas de formación a los policías o facilitar intercambio de información con otros países cuando estos grupos operen de forma internacional, entre otras medidas adicionales.

Además de la incorporación de los ultras del deporte, la otra gran novedad de esta instrucción firmada por el secretario de Estado de Seguridad es que este plan pasará a ser de carácter permanente para las fuerzas de seguridad del Estado. Se puso en marcha en 2005, en 2009 se reformó considerablemente, en 2013 se retocó nuevamente y este mismo año se prorrogó su vigencia hasta diciembre. Desde el 1 de enero será permanente.