Política

Crisis en UPyD

Irene Lozano: La hija rebelde

Irene Lozano / Diputada de UPyD

La Razón
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Es la que más furias ha desatado en Rosa Díez en su entorno. Contra la que más cargan como traidora y desleal. Irene Lozano Domingo era una periodista, escritora y tertuliana cuando la presidenta de UPyD la fichó para las elecciones de 2011. Se conocieron en un debate y desde entonces hicieron buenas migas. A Rosa le gustaba el perfil de Irene, una madrileña culta, licenciada en Lingüística y Filosofía, curtida en Londres, autora de números libros y ensayos. «Es una gran intelectual», afirmaba Rosa por el Congreso al presentar a su flamante diputada. La dio protagonismo y la designó portavoz en importantes Comisiones como Defensa, Exteriores y la Unión Europea.

Irene se llevaba de perlas con los periodistas. Se consideraba uno de ellos y representaba la cara amable del partido, frente al carácter distante y antipático de Rosa. Si la lideresa iba de «resabia», Irene era la sabia de verdad. Feminista empedernida, ganadora de varios premios literarios, fue corresponsal y editorialista de varios periódicos. Ello le valió buenas amistades y tener siempre a su favor a los medios. Fue muy leal a Rosa, hasta el punto de ejercer como implacable látigo contra Fernando Sosa Wagner cuando el eurodiputado abogó por la unión con Ciudadanos. Le atacó sin piedad y se opuso frontalmente a la alianza con Albert Rivera. Ahora, la tortilla se cuece con distintos huevos.

«Ha traicionado a quien le dio todo, como una hija a su madre», dicen con coraje los fieles a Rosa Díez. Quien fuera la gran dama intelectual del partido, es hoy considerada arribista y desleal. «Si se va, que se vaya del todo», murmuran en el entorno de Rosa. Pero ella hace oídos sordos, se aferra al escaño y piensa articular una candidatura alternativa. «Es difícil, pero hay que intentarlo», dice esta mujer que ejerció como enviada especial en Mauritania, Aregelia y Kosovo. O sea, de conflictos bélicos parece que algo sabe y dará la batalla. No en vano, escribió un día uno de sus libros con un título premonitorio: «Lenguas en guerra».

Irene ha desatado las iras en el seno de UPyD, mucho más que Toni Cantó. Si fue la espada de Rosa contra Fernando Sosa Wagner, ahora es la gran espina clavada. La acusan de abandonar el barco cuando más daño hace al partido, pero ella se defiende: «Busco la democracia frente al autoritarismo». Su discurso ha dado la vuelta desde las andaluzas, si bien ella insiste en que la crisis en UPyD se viene gestando desde hace tiempo. Se define como una «inconformista liberal», lo que para sus detractores es ser una simple «trepadora». Su reto es pelear con su antigua jefa y disputarle la presidencia de UPyD en un Congreso extraordinario. Fue la niña protegida de Rosa y hoy su más acérrima rebelde. Nunca podrá volver como hija pródiga porque, pase lo que pase, Rosa Díez no se lo perdonará jamás.