IU y Compromís también dejan al PSOE «con la derecha»

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, votó ayer a primera hora de la mañana en la consulta a la militancia del partido. Después, delegó todo el proceso en manos de su número dos y secretario de Organización, César Luena, y se recluyó en su domicilio donde pasará el fin de semana en familia y preparando su discurso de investidura del próximo martes. En esta ocasión y siguiendo el patrón de todas las intervenciones importantes que ha asumido desde que lidera el partido, Sánchez preparará personalmente su alocución, apoyándose en las fichas y documentos específicos que le remiten desde las distintas áreas del partido. Esta vez la preparación es más «concienzuda» si cabe porque Sánchez tendrá que exponer un programa de Gobierno que ya ha fraguado con Ciudadanos, haciéndolo –a su vez– compatible con las formaciones de izquierdas, cuyo apoyo necesita granjearse para resultar investido presidente.

Sánchez defenderá el acuerdo de Gobierno rubricado con Rivera y reivindicará la necesidad de diálogo y de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas. El líder socialista hará hincapié en una defensa y recuperación de medidas sociales garantizando, a la vez, la estabilidad presupuestaria, los compromisos con Bruselas, y una recuperación económica justa. Una apuesta programática que presione a Podemos y al resto de formaciones del bloque de izquierdas para lograr conseguir su abstención «in extremis».

Sin embargo, estas formaciones –Compromís e IU-Unidad Popular– ya dan por fracasado el trámite de la investidura de la próxima semana y emplazan al PSOE a retomar la mesa de negociaciones a partir del 6 de marzo, con la esperanza de que abandone la vía de Ciudadanos y explore la de la izquierda. El portavoz de IU-Unidad Popular, Alberto Garzón, aseguró ayer en un acto en Madrid que el PSOE está aún a tiempo de rectificar y «girar a la izquierda», porque tiene que haber «una oportunidad para este país de tener un Gobierno frente a los recortes y que haga políticas en favor de las clases populares». La formación de Garzón ha decidido votar «no» a la investidura de Sánchez al igual que la de Joan Baldoví, portavoz de Compromís en el Congreso, quien también defendió el voto negativo al líder de los socialistas. Con estos números, Sánchez tiene prácticamente asegurado el fracaso, después de que tras rubricar el pacto con Rivera el pasado miércoles, el «bloque de izquierdas» se levantara de la mesa de negociación.